Nuestros poetas se enfrascan hoy en una disyuntiva ontológica: Willy Toledo, el admirable actor de la onda zurda, ¿es breve de sustancia o hay algo más?
Monsieur, nuestro Torquemada norteño, se muestra implacable, mientras que el meridional Fray Josepho tiende a la caridad cristiana. ¿Qué opinan vuesas mercedes?
TONTO NO ES
por Monsieur de Sans-Foy
Hay tontos de ovación y vuelta al ruedo
que viven, sin asomo de malicia,
en simas abisales de estulticia.
No es gente como tú, Willy Toledo.
Te salen sabañones en el dedo
de tanto señalarnos la injusticia.
Propicias con delicia la inmundicia
que esparcen los tiranos de tu credo.
Pregonas que los presos disidentes
no son sino vulgares delincuentes
que el régimen de Castro deja KO.
Embózate en turbantes bereberes...
que todo el mundo sabe cómo eres:
un cínico de libro. Del de Mao.
¿MALO? ¡NO HAY PARA TANTO!
por Fray Josepho
No le llame malvado:
llámele obtuso.
No le diga perverso,
sino confuso.
¡No le concedo
la idea de un diabólico
Willy Toledo!
No le diga que es cínico:
diga que es zote.
No es infame, que es solo
tonto del bote.
¡Que este muchacho
en vez de ideología,
tiene un gazpacho!...
No se muestre tan crítico,
Mesié Sanfuá.
Si Toledo está en Cuba,
¿qué más le da?
¡Qué tierra incauta,
la que acoge de huésped
al perroflauta!
Los castristas sucumben
a los hechizos
de ideas tan liadas...
como sus rizos.
¡En las Antillas
se tragan sus estólidas
mentirijillas!
Dondequiera que vaya
del mapamundi,
Guillermito Toledo
es un mindundi.
Y es que, quizás,
no merece este tipo...
ni un verso más.