Los Reyes son el broche navideño
de recuerdos, sonrisas y emociones.
Para los padres, mil preparaciones.
Formidable ilusión, para el pequeño.
Para el abuelo, un día muy risueño.
Para el tendero, remuneraciones.
Para el alumno, fin de vacaciones.
Para todos, la magia y el ensueño.
Para el niño mayor o adolescente,
los Reyes son los padres, obviamente
(y es Baltasar distinto de otros negros).
Los Reyes son la novia para el novio.
Para mí es el prior de mi cenobio.
Y para Urdangarín... ¡pues son los suegros!