Acaba de cumplir 60 años y siempre comentó que, cuando llegara ese momento, lo celebraría por todo lo alto. Lejos están esos sueños, y la realidad no puede ser más cruda para el torero.
José está viviendo uno de los perores momentos de su vida por todos los frentes que tiene abiertos: no ya solo por su situación frente a la Justicia, sino también por la de su hijo José Fernando.
Le acaban de hacer unas pruebas, un cateterismo concretamente, para ver cómo está su corazón, debido a que sufre continuas arritmias, dolencia que padece desde hace varios años, y que se le ha acentuado de un tiempo a esta parte, por todas las desgracias que le rodean. Se las practicó el doctor Macaya, Jefe de Cardiología del Hospital Clínico de Madrid el pasado viernes, en la Clínica Ruber Internacional, donde también trabaja. Ese mismo día, ya bien entrada la noche, le dieron el alta medica.
En la actualidad está a la espera de los resultados de las mismas, y todavía no se sabe si se tendrá que someter a una nueva intervención quirúrgica. En su familia, están todos pendientes del resultado del cateterismo, y según decidan los médicos, tendrá que pasar o no de nuevo por el quirófano. Si eso fuera así, su entrada en prisión podría retrasarse.
Lo que sí está claro es que por el hecho de haberle realizado esta ultima prueba, no hay razón para que su ingreso en prisión se retrase. Todo apunta que se producirá para después de Reyes, debido a la demora de los autos de ingreso por estas fechas.
Sin lugar a dudas, su gran apoyo está siendo Ana María Aldón, su actual pareja, y madre del hijo de ambos, José María. Al maestro le llena de tristeza el pensar que no va a poder disfrutar de su pequeño y, por otra parte, la situación tan grave de su hijo José Fernando le tiene totalmente destrozado.
Un cumpleaños más triste y amargo, imposible.