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Carlos Pérez Gimeno

La agonía de Ortega Cano

A Ortega Cano ya no le preocupa tanto sacar a su hijo de la cárcel como no entrar él mismo.

José Ortega Cano | Archivo

José Ortega Cano vive al límite desde que se ratificara la sentencia. José ya no busca una solución para lograr que su hijo José Fernando salga de la cárcel, donde se encuentra recluido hace más de un mes.

Ahora lo que mas le preocupa es conseguir no ingresar él, y para eso ha viajado hasta Madrid, con el fin de visitar a diferentes cardiólogos, a consecuencia de la arritmia que padece. Al tener que someterse a una posible intervención quirúrgica, eso podría ser causa suficiente para evitar su entrada en prisión, que con toda probabilidad se va a producir de manera inmediata salvo que ocurra algún imprevisto.

Ortega Cano defiende de manera rotunda que él no ha cometido crimen alguno, y que lo ocurrido fue un fatídico accidente, como tantos que ocurren a diario en todo el mundo. Además mantiene, por encima de todo, que aquella noche no probó una gota de alcohol.

Por su parte, los testigos de la acusación ofrecen distintas versiones: unos afirman que iba sobrio mientras otros aseguran que no era así, e insisten que no iba en condiciones de conducir un coche.

La familia de Carlos Parra, la víctima que perdió la vida en el mismo, quiere que se ejecute la sentencia y que Ortega pague por lo ocurrido.

El caso es que estas Navidades van a ser, con toda seguridad, las mas tristes ya no solo para el torero, también para toda su familia, ya que hay muchas posibilidades de que padre e hijo las pasen en prisión.

La juez que lleva el caso de José Fernando le imputa cuatro delitos, y a día de hoy parece imposible conseguir la libertad provisional. Una situación desesperada que, con el paso de los días, se complica cada vez más.

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