Hemos pedido a nuestros poetas de cabecera que se pronuncien sobre el asunto del espionaje norteamericano, y sus palabras han sido de unánime repulsa.
Eso, en público... En privado, la cosa cambia:
NO LE QUITO OJO
por Monsieur de Sans-Foy
Siguiendo a pies juntillas tu mandato,
vigilo a Fray Josepho noche y día.
Cualquiera que le viese en la abadía
diría que éste nunca ha roto un plato.
Y el pollo se las da de literato...
Que el dedo nos chupamos, en la CIA:
lo que hace es traficar con mercancía
del viejo y siciliano sindicato.
Al tanto de sus prácticas abyectas,
le trato de enredar con indirectas...
Se pone el capuchón y se hace el sordo.
Y no te va a gustar saber, Obama,
ni a ti ni a tu señora, que la llama,
con mucho retintín , la Culogordo.
ESPIONAJE A SANFUÁ
por Fray Josepho
He espiado a Sanfuá (labor ingrata),
por lo que me dijiste del chantaje.
Y has de saber, Barack, que el espionaje
no es cosa facilona ni barata.
Se lo encargué a una buena subcontrata
(a tanto alzado: escuchas, utillaje,
dietas, persecución, kilometraje
cigarrillos, periódico y bocata).
Son de Método 3. Muy buenos tíos
(si me pagas sin IVA, no habrá líos:
la cifra va detrás de la cuartilla).
¿Resultados? Lo siento: más bien pocos.
Tan solo que se hurga, y que los mocos
los pega por debajo de la silla.