Tamara Falcó: ¿ha nacido una estrella?

El programa de televisión que ha grabado Tamara Falcó, que se estrenará el día 12 para el canal Cosmopolitan TV, con toda seguridad va a ser un éxito. La hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó es, sin lugar a dudas, una gran comunicadora, algo que se pudo comprobar en el video que se emitió en la presentación del mismo.

Como ella misma explicó, se muestra tal cual es, y no lo hizo con guión. También confesó que era un desastre. Quiso dejar claro que no es un reality, simplemente un programa en el que cuenta su vida. "Hay momentos muy bonitos y auténticos", explicó.

En el transcurso de la presentación, tuvo algunas frases que llamaron la atención, frases que ella dice con la naturalidad y la gracia que le caracteriza, como "siempre quise ser una estrella", o cuando hizo referencia a sus creencias religiosas, "el Papa me parece la pera".

Tamara Falcó, como ella misma declaró, no se lo pensó dos veces y accedió al programa nada más hacerle la propuesta los responsables de dicho canal. "Se lo comenté a mis padres, y los dos me animaron a que lo hiciera", y cuando le pidió a su madre que participase en el mismo, accedió desde el primer momento. "Mami lo hizo encantada". De esta manera, Tamara ha sido la persona que ha conseguido que Preysler haya vuelto a aparecer en un programa de televisión.

Hay que recordar que estudió Periodismo, y esta experiencia televisiva le ha fascinado de tal forma, que -ella misma confesó- no le importaría nada grabar una segunda parte. No tuvo ningún problema en hablar de temas personales, y reconoció no tener novio. Con gran sentido del humor, comentó: "Ni Dios se quiere casar conmigo".

Está feliz, trabajando con su padre el marqués de Griñón en su finca, donde hace todos los preparativos para organizar bodas. Un trabajo que le permite hacer otras actividades, como ayudar en causas solidarias, ya que dentro de unos días se va a Mozambique. Reconoció que todos lo días va a misa, y que en la Iglesia encuentra la paz.

Tamara Falcó derrocha simpatía y espontaneidad y, como se suele decir, es todo un crack.