Nicolás Vallejo-Nájera ha estado unos días en Madrid, promocionando una marca de coches deportivos. Ha sido una buena ocasión para hablar después de llegar a un acuerdo tras el divorcio de Paulina Rubio.
Se le ve liberado, ya que la mejicana es de armas tomar. En cualquier caso, él mismo reconoce que ha sido una pena que su matrimonio no haya funcionado. Su unión sólo duró seis años. "Me casé pensando que era para toda la vida, pero no ha sido posible, lo he intentado por todos los medios", se lamentaba.
Colate no tiene otro remedio que vivir a caballo entre Madrid y Miami, donde vive su hijo del que no quiere separarse, como es lógico.
En el transcurso de la conversación, cada vez que se refería a Paulina lo hacía con gran respeto, haciendo gala de la educación que le caracteriza. De verdad, siente no haber logrado mantener una relación cordial con la madre de su hijo, comentó en varias ocasiones, aunque no es de extrañar, conociendo lo imposible que es la cantante.
Haber podido llegar a acuerdos económicos ha sido una tarea difícil, aunque al final se ha logrado a través de los abogados de ambas partes. El mismo Colate reconoce que durante su matrimonio ganaron mucho dinero. "Ha sido un año duro, con el agravante de no tener a mi familia cerca, pero lo peor ya ha pasado, y a Pau no le guardo rencor" comentó.
Desde que conoció hace unos meses a Alegría, una joven y guapa venezolana que quiere triunfar en el mundo de las pasarelas –que no es con la que yo le vi en Navidad, que lo acosaba de una manera totalmente descarada– tiene ahora en su vida una ilusión. "Nos estamos conociendo, no hay nada serio, el tiempo lo dirá, llevo tiempo solo y no me cierro a nada", dice, siempre tan cauto, Colate. Lo que no puede disimular es que al hablar de ella se le ilumina la cara. Eso es buena señal.