La actriz Victoria Abril estuvo la pasada semana en Madrid en un viaje relámpago que aprovechó para recoger un premio Pata Negra en El Corral de la Morería. El galardón fue como homenaje a su dilatada trayectoria artística, y eso que la actriz últimamente tiene centrada su profesión en Francia. Allí actualmente protagoniza una serie de televisión que ha cosechado un éxito muy llamativo con la audiencia y de ahí que en lugar de dos capítulos lo hayan prorrogado. A Victoria no le importaría nada trabajar en España, así al menos lo declaró, pero comprende que con la crisis actual no va a resultar nada fácil.
Hablar con Victoria es recordar la figura de Pedro Almodóvar y los años que trabajaron juntos. Aunque lleva mucho tiempo sin saber del manchego en el plano profesional reconoció que no siente celos de las nuevas musas del cineasta al que "adora", como repitió varias veces. Se notaba que Victoria estaba feliz con su premio ya que hacía mucho tiempo que no se la veía tan dicharachera y simpática con los medios de comunicación, dado su conocido mal carácter y lo borde que puede resultar. Pero ese día fue todo amabilidad y sonrisas y ni siquiera tuvo reparos en hablar de su vida sentimental, como cuando le preguntaron por su pareja y aseguró que llevan juntos más de quince años y se encuentran muy bien, aunque ella no quiera casarse y eso que él se lo ha pedido en diferentes ocasiones. "Prefiero estar así para que luego no vengan los divorcios", dijo sonriente.
Sobre sus dos hijos comentó que el mayor se encuentra estudiando Comunicación en París, mientras que el pequeño está en Londres haciendo Marketing. A pesar de todo el tiempo que lleva ya residiendo en Francia sí manifestó que cada año viaja a su Málaga natal donde aprovecha para reencontrarse con su gente y no parar de comer pescaíto frito que tanto le apasiona. A pesar de que le encanta pasear por las calles de Madrid, hoy por hoy no se plantea cambiar de ciudad e instalarse de nuevo aquí. Al natural Victoria conserva su aspecto aniñado, y eso que ya ha pasado de los 50, edad con la que asegura sentirse muy a gusto.