Ni que decir tiene que Isabel Pantoja está pasando por uno de los peores momentos de su vida al tener que comparecer en el juicio como imputada por presunto blanqueo de dinero. La artista, desde que comenzaron las declaraciones de los imputados como Julián Muñoz o Mayte Zaldívar, que han sido los primeros, permanece encerrada en su finca Cantora y solamente sale de ella el día que tiene que presentarse ante la Audiencia Provincial de Málaga.
Su aspecto físico ha cambiado de manera tremenda en muy poco tiempo. Isabel luce una delgadez que llama la atención y no es precisamente por haberse sometido a un régimen para perder peso. La razón es la enorme preocupación que tiene por el juicio que se está celebrando, en el que ella es una pieza fundamental.
La artista es la última que tiene que prestar declaración. Por el momento lo han hecho primero su exnovio, Julián Muñoz, el que fuera alcalde de Marbella, que en su comparecencia más que imputado parecía una hermanita de la caridad. Hace falta tener poca vergüenza para no querer responsabilizarse de nada y hacer creer que no tiene dinero, y echar las culpas de todo a Jesús Gil, ya que está muerto, y no puede defenderse.
El turno siguiente ha sido el de su exmujer, Mayte Zaldívar, una pobre alma cándida y que ni siquiera sabe lo que significa la palabra "blanqueo", según sus propias palabras. Cómo pueden tener tan poca vergüenza estos pájaros cuando todo apunta a que se han puesto de acuerdo. Zaldívar, que es muy torpe, se ha desdicho de todo lo que ha declarado anteriormente contra Julián, y lo achaca a que era una paloma herida, o mejor dicho, una mujer despechada. Ahora pretende recoger velas, y aparentar que no se enteraba de nada, diciendo que no preguntaba al que en aquella época era su marido de donde procedía tanto dinero y porque no se ingresaba en una cuenta corriente en un banco en vez de tenerlo en su casa guardado en cajas. Los argumentos son de lo más pobre, y carecen en absoluto de credibilidad.
De la noche a la mañana a esta persona parece que se le ha olvidado la denuncia que interpuso contra Muñoz cuando presentó la demanda de divorcio y le pidió que le pasara 5.000 euros al mes, y en la que finalmente el juez decretó que se quedara en 1.500 aproximadamente. Ahora declara que ellos vivían como cualquier familia normal de clase media. Hace falta ser corta de mente.
La realidad es que las arcas del Ayuntamiento de Marbella las dejaron totalmente vacías, y el dinero que se embolsaron no ha aparecido, y lo peor de todo es que tal y como está la justicia en este país, ni aparecerá. Todavía queda mucho por ver y muchas mentiras que escuchar. Hay que esperar a la declaración de Pantoja que tampoco tendrá culpa de nada... Así está el país.