Como era de esperar, la duquesa de Alba no acudió a Ronda, a pesar de la gran afición que siente por los toros, para presenciar la corrida goyesca que desde hace años viene organizando el que fuera su yerno Francisco Rivera.
El motivo es la gran indignación que le ha producido la demanda interpuesta por el torero contra su hija Eugenia por la custodia de Tana, la hija que tuvieron de su matrimonio. De sobra es sabido el profundo cariño que siempre ha demostrado por Francisco, pero esa decisión le ha costado la amistad con su exsuegra y perder la buena relación que mantenía con la que fuera su esposa.
Una corrida que siempre ha levantado mucha expectación por la cantidad de rostros conocidos que asistían. Este año ha sido muy diferente, y Rivera solo ha contado con el apoyo incondicional de su novia Lourdes Montes, así como de Julian Contreras, el que fuera segundo marido de su madre, la tristemente desaparecida Carmen Ordóñez, y el hijo de ambos, Julián. En los tendidos se pudo ver al empresario Pedro Trapote, con su esposa Begoña García Vaquero, o a Carlos Falcó, marqués de Griñón.
Hubo grandes ausencias como la de Cary Lapique que, a pesar de no tener ninguna relación entre su familia y el diestro a raíz del comportamiento que tuvo con su hija Carla hace unos años -al comenzar una relación y al poco tiempo dejarla plantada sin dar explicaciones- era otra de las incondicionales de esta corrida.
Otros años se pudo ver a Javier Arenas o al periodista Pedro Piqueras, pero en esta ocasión ni siquiera a su hija Tana se la ha visto hacer la tradicional vuelta al ruedo, vestida de época, de la mano de su padre .
Una tarde en la que el torero no acertó con la espada a la hora de entrar a matar. La corrida, a la que tampoco acudió su hermano Cayetano por encontrarse toreando en la localidad extremeña de Don Benito, no pudo quedar mas deslucida.
El próximo día 18 se tendrá que ver las caras con Eugenia en los juzgados, donde el juez dictaminará lo que ocurra con la custodia de la hija de ambos.
