Gonzalo Miró, en apuros

Gonzalo Miró, a pesar de ser uno de los solteros de oro, es una persona muy discreta. Sus noviazgos los ha llevado siempre de una manera muy natural, y con la prensa, nunca ha tenido ningún problema, sino todo lo contrario.

Parece ser que desde hace muy poco tiempo mantiene una relación con Ana Isabel Medinabeitia, la que fuera novia fugaz de Iker Casillas hace poco más de dos años.

 Todo esto ha saltado a la prensa a consecuencia de unas declaraciones sin ninguna mala intención por parte de su ex, la cantante Amaya Montero, con la que después de mantener un noviazgo durante casi dos años, y quedar como amigos, se lleva aparentemente bien. Al menos cuando se les pregunta a uno por el otro siempre se dirigen frases cariñosas. Nada que ver con Eugenia Martínez de Irujo: terminaron como el rosario de la aurora.

Gonzalo fue uno de los invitados que mas interés suscitó nada más aparecer en el Hotel Santo Mauro, lugar elegido para la presentación del champagne Mumm en Madrid.

Con la educación que le caracteriza, salió al paso cuando se le preguntó por esa supuesta relación, que ni desmintió ni afirmó en ningún momento.

 Lo único que me dijo, escondido tras una gran sonrisa, cuando le pregunté si había que felicitarle por algún motivo, fue: "Todavía no, es demasiado pronto, pero si todo va bien, a principio de año te invito".

Su supuesto amor, cuenta en la actualidad con 28 años y es directora de marketing de una entidad bancaria.

Si hace un tiempo confesaba sentirse abrumada por el interés mediático que produjo ser la novia de Casillas, ahora no va a ser menos. Si ese idilio continúa adelante, y no se trunca como el anterior, no tiene más remedio que acostumbrarse.

Esperemos que con Gonzalo las cosas le vayan mejor que con Íker, porque todo parecía que les iba bien, y hasta el portero del equipo blanco llegó a conocer a los padres de la extremeña, pero cuando apareció Sara Carbonero, de la noche a la mañana todo se fue al traste.

De momento las cosas están así de recientes, y todavía es temprano para hacer algún vaticinio.