Bertín Osborne y Paco Arévalo, después de su debut en Barcelona, han presentado su espectáculo de humor en el teatro Compac, en plena Gran Vía madrileña.
"Mellizos", que así es como han bautizado a su show, puede recordar la misma pareja que formaron hace años Arnold Schwarzenegger y Danny de Vito.
En el estreno hubo una gran afluencia de público que no quiso perderse el buen humor de Bertín, y escuchar en directo alguno de sus éxitos de siempre.
Por el contrario, Arévalo se ha quedado totalmente anticuado, haciendo de "mariquita" sin ninguna gracia, con un gag totalmente trasnochado, antiguo, obsoleto, en el que lo único que refleja es la falta de consciencia y el ridículo que hace tan espantoso en el escenario.
La gran triunfadora de la noche, sin lugar a dudas, fue Esperanza Aguirre, que llegó acompañada de su marido, el marqués de Murillo, y por Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad de Madrid. Cuando la Presidenta entró en la sala, todo el público presente se puso en pie, y la recibió con un caluroso aplauso. Estaba feliz. Al preguntarle cómo se encontraba, me respondió que se encuentra estupendamente, y es cierto porque su aspecto es inmejorable.
También asistieron Ana Botella, que llegó acompañada por su hijo Alonso, Luis Herrero, y Nuria González, con su marido Fernando Fernández-Tapias. "Me encuentro muy bien, no hay más que verme", me comentó entre risas. Acudió además Cary Lapique, que está ultimando los preparativos de la boda de su hija Carla el próximo mes de Julio en Marbella.
Por otro lado, estuvieron algunos miembros de la familia de Bertín, como su padre, su mujer, Fabiola, y su hija Claudia, que declaró a la entrada al teatro que nunca había visto a su padre en esa faceta y que estaba nerviosa por verle. Añadió: "No tengo planes de boda, todavía tengo que terminar mi carrera de Derecho".
Un espectáculo no especialmente recomendado para el señor Zapatero y familia, ya que sale un poco escaldado, por no decir mucho.