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Carlos Pérez Gimeno

Enrique Iglesias en Madrid

Enrique viene en un buen momento ya que acaba de lanzar al mercado su último trabajo discográfico después de más de tres años sin grabar.

Hacía mucho que Enrique Iglesias no se dejaba ver por España. El motivo de su visita es que el cantante ha prestado su imagen para el lanzamiento del último perfume de la marca "Azzaro pour homme". El hijo pequeño de Julio Iglesias e Isabel Preysler llegó a última hora de ayer a Madrid ya que el martes por la noche será la presentación de la nueva fragancia en la discoteca Pachá.

Pocos días va a pasar en nuestro país. Un contrato millonario con unas cláusulas muy medidas. Una de ellas es que por cada hora de más que se exceda de las ocho estipuladas tendrán que abonarle 150.000 euros. A eso se le llama una buena negociación

Enrique viene en un buen momento ya que acaba de lanzar al mercado su último trabajo discográfico después de más de tres años sin grabar. Lo único que ha pedido a la organización es que en la suite del hotel donde se va a alojar haya unas cortinas lo suficientemente tupidas para que no le moleste la luz. Tiene el problema de dormir poco; por lo demás, no es nada sibarita, no necesita como otros artistas una marca especial de agua mineral y una cantidad de cajas desmesurada, ni exige un color determinado en las paredes, o cualquier otra excentricidad como otras estrellas "imposibles". Sus gustos son muy normales: con un simple plato de jamón con melón se da por satisfecho, no entiende nada de vinos, y por eso no exige ninguno, y ni qué decir tiene que tenga que ser de añada.

Huye de los divismos, se considera muy casero, y disfruta con sus amigos que siguen siendo los mismos que conoció cuando llegó a Miami cuando tenía siete años y que son gente totalmente anónima. Le apasionan los deportes de riesgo, de pequeño le horrorizaba montar en avión y ahora disfruta pilotando ultraligeros, practica esquí acuático, buceo, y todo lo relacionado con el mar,

Reconoce que no es nada ambicioso y que no mira el éxito por las cosas materiales que pueda haber obtenido como, por ejemplo, una buena casa o cinco coches. Sí le preocupa el hacer su trabajo bien y que tenga una gran repercusión a nivel internacional. Disfruta mucho con su trabajo y lo considera como un hobbie.

Enrique quiere dejar muy claro que no entra dentro de sus planes, y mucho menos a corto plazo, el matrimonio. Su relación con Ana Kournikova es espléndida, aunque como él mismo dice, no se ve casado. Prefiere compartir su vida con una persona, sin tener la necesidad de pasar por el altar. Y añade que tener hijos por el momento no se lo plantea. Ser padre es un tema demasiado serio y por su trabajo no para de viajar.

Lo que sí tiene muy claro es que de no vivir en Florida tendría su residencia en España. Lleva muchos años en Miami y su corazón lo tiene dividido entre las 2 culturas: "Siempre que mis compromisos profesionales me lo permiten, me encanta viajar a mi país".

El cantante mantiene una estrecha relación con su hermana Chábeli a la que ve con frecuencia al vivir en la misma ciudad, pero cuando habla de su madre se le ilumina la cara. Hablan casi todos los días por teléfono, el contacto es permanente. En cambio cuando se le pregunta por su padre, cambia de tercio, sin olvidar la buena educación que le caracteriza. Qué malos son los celos, y los profesionales también.

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