Hace unos días Emilio Aragón por fin pudo ver uno de sus sueños hecho realidad al concluir su primer trabajo como director, “Pájaros de papel”, una película que está cosechando un gran éxito desde que se estrenó hace unos días.
Emilio ha tenido un reencuentro con su primo hermano el famoso payaso Fofito. Al parecer, estaban distanciados desde hace muchos años, pero éste, al enterarse del precario estado de salud de su tío Miliki, padre de Emilio, que padece la enfermedad de “Parkinson”, se ha puesto en contacto con su primo. Todo apunta que por este motivo los primos han limado asperezas.
Al payaso parece que las cosas le están yendo mejor, ya que hace unos años no lo pasó muy bien y culpaba de su mala suerte a su primo Emilio. En más de una ocasión se le vio paseando por los platós y con pinta de haber tomado una copa de más. Era tremendo verle hablar de la familia de la forma en que lo hacía. Ahora parece que el conflicto se ha olvidado y todo son “vino y rosas”.
Fofito está metido de lleno en un proyecto fuera de España, concretamente en Shangai, y tiene una oferta para actuar con su hija Mónica, que también ha seguido los pasos familiares. El show será ante el cuerpo diplomático. Esperemos que después de la actuación no se pase con el sake, un licor muy traicionero y cabezón. Si te pasas más de la cuenta, se te suelta la lengua… lo que le faltaba al conocido payaso.
Hablamos ahora de actores. Desde que se hizo público el “no romance” entre Pastora Vega y Juan Ribó, a la actriz no le paran de salir bolos. Debe de estar que no se lo cree ni ella misma, en su vida se ha visto en otra. Dentro de unos días comparecerá ante los medios con motivo de prestar su imagen para una dieta de adelgazamiento. Habrá que ver cómo capea con los allí presentes, no creo que piense que sólo le van a preguntar por esos productos. Conociendo el carácter que tiene, es muy posible que se agarre un enfado importante. Tantos años con Imanol Arias y no se le pegó ni un ápice el buen humor y la simpatía de él.
Mientras, su “Romeo”, aparte de estar metido de lleno en los ensayos de esa obra que les ha catapultado al estrellato antes de su estreno, o mejor dicho al morbo, tambien está estudiando la posibilidad de una oferta para llevar a la pantalla la vida de Raphael. Eso sí que son palabras mayores. Si es que “Una relación pornográfica” es lo que tiene.