La superficie de la isla de La Palma se ha deformado unos 6 centímetros en el área en la que se están localizando movimientos sísmicos, el entorno de la Cumbre Vieja, y este miércoles se han registrado algunos sismos de baja magnitud a poca profundidad (entre uno y tres kilómetros bajo el suelo).
Estos datos han sido ofrecidos por el comité científico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (Pevolca), que ha recomendado mantener el semáforo en amarillo (nivel 2 de riesgo en una escala de 4) y la situación de alerta para los municipios de la Cumbre Vieja, concretamente Fuencaliente, Los Llanos de Aridane, El Paso y Mazo.
Los expertos constatan que el proceso se ha intensificado y puede tener una evolución rápida a corto plazo, pero añaden que aún no hay evidencias claras para una erupción inminente.
Por su parte, el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, ha dicho que la intensidad de los movimientos sísmicos que se registran en la isla desde el sábado ha ido en aumento, por lo que no se descarta una evolución rápida "a corto plazo".
Ha pedido que los vecinos de los Llanos de Aridane, El Paso, Tazacorte y Fuencaliente estén atentos a la información oficial por si hay que modificar la alerta o enviar algún mensaje.
También ha señalado que los cuerpos de seguridad y emergencias están preparados para cualquier incidencia y ha recordado que no es la primera ocasión en que se produce una erupción volcánica en la isla, con la que convivieron "nuestros antepasados".
"Vivimos en una isla volcánica y (una erupción) es una de las opciones que se pueden dar", ha enfatizado.