El pasado 6 de noviembre, el Boletín Oficial de la Guardia Civil publicaba las vacantes "por antigüedad" para toda España. Para Canarias, se recogían un total de 24 plazas, de las que 13 tenían como destino Tenerife y 11, Las Palmas. Sin embargo, ninguna de ellas estaba orientada a cubrir el sur y el sureste de Gran Canaria.
En declaraciones a Libertad Digital, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) denuncia que en estos momentos hay 50 vacantes de seguridad ciudadana que siguen sin cubrir en esta zona, que es precisamente la más afectada por la masiva llegada de inmigrantes de los últimos meses. Los agentes allí destinados aseguran que hasta ahora podían controlar la situación, pero advierten de que "ahora, las cosas ya están empezando a ponerse feas".
En el muelle de Arguineguín, al sur de Gran Canaria, han llegado a hacinarse más de 2.000 sin papeles en un mismo día. Durante las 72 horas que como máximo pueden permanecer allí retenidos, la Policía se encarga de su guarda y custodia. Sin embargo, una vez que abandonan el puerto, es la Guardia Civil la que debe garantizar el orden público, una tarea "cada vez más complicada si tenemos en cuenta que hay 50 plazas sin cubrir".
Altercados con argelinos y marroquíes
Los agentes aseguran que ya están teniendo altercados, porque algunos inmigrantes "empiezan a rebelarse, quejándose de que los menús de los hoteles se repiten mucho". Las fuentes consultadas por este periódico aclaran que los realmente conflictivos son los sin papeles que llegan de Argelia y Marruecos. "Con los subsaharianos no hay ningún problema", reconocen.
Además, nos confirman una realidad que los vecinos de la zona ya denunciaron en Libertad Digital hace unas semanas: que muchos de estos inmigrantes se exceden con el alcohol e incluso han llegado a ofrecer droga a los chavales del municipio. "Todo el mundo tiene mucho miedo, sobre todo porque no hay seguridad", aseguraba entonces Ismael Guerra, portavoz de los vecinos de Tunte. Y lo cierto es que la denuncia de la AUGC no viene sino a corroborar esta situación.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles insiste en que "50 agentes son muchos agentes" y advierte de que "hay ocasiones en las que no hay suficientes compañeros para garantizar la seguridad ciudadana" e incluso la suya propia. En este sentido, la AUGC explica que cuando hay tres patrullas por turno, por ejemplo, "si tienes alguna incidencia, y tienes un problema, siempre tienes el apoyo de otra patrulla que te puede ayudar, pero si soy la única patrulla que hay en ese municipio, estoy poniendo en riesgo mi vida, porque tengo que llamar a compañeros de otro municipio, que pueden tardar en llegar".
En cuanto al servicio al ciudadano, los agentes lamentan que éste también pueda verse resentido, ya que el control de los inmigrantes que llegan a Canarias es una tarea que se suma a las otras tantas que tienen que asumir en su día a día: peleas, robos o violencia doméstica, entre otras. "Es obvio que si tenemos que atender a lo que ocurre con los miles de inmigrantes que llegan al sur de Gran Canaria, vamos a tardar más tiempo en resolverles cualquier incidencia", advierten.
La necesidad de efectivos en esta zona es la más acuciante, pero la AUGC calcula que, en el conjunto de las islas, hay "unas 300 vacantes sin cubrir", cuando, para hacer bien su trabajo, realmente necesitarían "entre 600 y 700 agentes más".
Otro de los puntos calientes es el aeropuerto de Las Palmas. A pesar de ser el quinto de España en número de viajeros, este aeródromo apenas cuenta con 18 guardias civiles. Exactamente la misma cifra que tiene, por ejemplo, el aeropuerto de Almería, que, sin embargo, se sitúa en el puesto 35.
Lanzarote también está bajo mínimos
En Lanzarote, la situación tampoco es mucho mejor. El pasado sábado, los agentes denunciaban en Libertad Digital que el radar para detectar pateras que se compró en 2015 por 6 millones de euros lleva tres años guardado en un almacén. Llegó en 2017 y, aunque el objetivo era instalarlo en el Mirador del Río, la dejadez del Gobierno ha provocado que, hoy por hoy, esté "inservible, oxidado y obsoleto, además de que ya no tendrá garantía".
Por si fuera poco, el número de efectivos también se ha visto resentido en los últimos años. Hasta 2015, la Patrulla Fiscal y Territorial de la Guardia Civil (Pafite) contaba con 17 agentes, que son los encargados de vigilar las costas y fronteras, controlar lo que entra en los diferentes puertos de la isla —Lanzarote tiene siete—, auditar lo que se vende en los mercadillos y manejar los famosos radares.
Hoy, son únicamente 13 los agentes encomendados a estas tareas y, según el alcalde de Teguise, en la práctica la cifra se reduce a seis. "Dos están de baja de larga duración, tres son jefes y solo trabajan por la mañana, uno tiene una reducción de jornada y otro está en comisión de servicio. Por tanto, sólo quedan seis agentes para todas esas funciones", explicaba Oswaldo Betancort en una reciente comparecencia en el parlamento autonómico.
Además, el diputado de Coalición Canaria también ha denunciado que Lanzarote no cuenta con un punto marítimo específico de la Guardia Civil para atender incidencias: "Tenemos que tirar del punto marítimo más cercano, que es el de Corralejo, que tarda mínimo una hora siempre y cuando esté allí. Si está en Morro Jable, tarda cuatro, y no le digo nada si tiene que ir a la isla de La Graciosa".
Según Betancort, el Gobierno canario no está tomando cartas en el asunto y no lo hace, denuncia, para no poner en evidencia a su propio partido. "Como el que gobierna España en estos momentos es el PSOE, no pasa nada", lamenta.