La confianza con la que los empresarios canarios encaran el último trimestre del año ha experimentado un retroceso del 1,1%, un descenso inferior a la media nacional pero también el primero que registra en este periodo, que incluye la campaña navideña y la temporada alta turística, desde que se elabora el estudio, en 2013, precisamente en los primeros momentos de la recuperación económica.
La disminución responde tanto al empeoramiento del indicador de las percepciones de los gestores de las empresas respecto al trimestre de verano, que presenta un saldo negativo entre respuestas favorables y desfavorables de 7 puntos, como al que recoge sus expectativas para los últimos tres meses del ejercicio, en las que la diferencia es de -10,9 puntos.
"Los datos constatan que la desaceleración de la que llevamos advirtiendo desde comienzos del año pasado se deja notar incluso en los momentos tradicionalmente más propicios para los negocios y confirman no solo la necesidad de adoptar medidas para revertirla, sino también la conveniencia de no tomar otras que puedan profundizar en la incertidumbre que vive nuestro tejido empresarial", afirmó hoy, durante la presentación del informe, el presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé.
La caída de la confianza empresarial ha sido generalizada en España en este periodo, con una bajada global del 2,9%. Todas las comunidades autónomas empeoran sus registros, en especial Extremadura (-6,5%) y País Vasco (-5%). En este contexto, Canarias se sitúa, tras Asturias, como la región con un menor retroceso.
El 16,4% de los responsables de empresas del archipiélago prevé que la marcha de su negocio será favorable durante el último trimestre del año, mientras que el 27,3% opina que será negativo. El 56,3% restante cree que será normal. El balance de expectativas (diferencia entre las opiniones de los empresarios optimistas y los pesimistas) cae hasta casi -11 puntos (-10,9) y completa un año entero de deterioro de las expectativas a corto plazo de los empresarios.
En cuanto a los tres meses anteriores, la percepción de los gestores de los establecimientos sobre los resultados obtenidos es peor de la inicialmente esperada. Así, el indicador de situación se sitúa en -7 puntos, frente a los -4 que se preveían. El 17,7% de los empresarios encuestados manifestó una opinión favorable sobre la evolución de sus negocios en ese periodo respecto al trimestre anterior, en tanto que un 24,7% refirió una pérdida de actividad. Algo más de la mitad de los consultados, el 57,6%, contestó que la marcha de sus empresas se mantuvo estable.
La confianza empresarial, recordó Santiago Sesé, es un indicador cualitativo que permite adelantar el comportamiento de la economía. Así se ha demostrado, destacó el presidente de la Cámara, durante el último año, en el que las respuestas facilitadas a la encuesta han preludiado un paso más en la ralentización económica. "Los empresarios envían nuevas señales que hacen aconsejable actuar con decisión", indicó.
En un momento en que el Gobierno de Canarias ha comenzado a tramitar el proyecto de presupuestos de la Comunidad Autónoma para el próximo ejercicio, Santiago Sesé incidió en la necesidad de "potenciar la inversión productiva como un medio de estimular la actividad económica y el empleo".
"Las actuales circunstancias obligan a reconsiderar algunas de las medidas que el Ejecutivo se planteaba. En un entorno de desaceleración y de reducción del tejido empresarial no es conveniente aplicar nuevas cargas impositivas que pueden terminar generando un efecto contrario al que se desea", añadió.
El presidente de la Cámara aplaudió que el Gobierno haya descartado poner en marcha en 2020 la anunciada tasa turística, una medida, dijo, que no cuenta con el consenso necesario y que "puede complicar aún más la situación de las empresas del sector, que sufren un importante declive de su clientela y que atraviesan por momentos delicados, derivados de la quiebra de Thomas Cook y de los problemas que experimentan algunas compañías aéreas".
Las dificultades que la caída del turoperador británico ocasionan a las empresas alojativas y otras que dependen directamente del turismo han sido objeto de un paquete de medidas acordadas por las distintas administraciones que la entidad cameral celebra, pero cuya aplicación, puntualizó su presidente, "no puede esperar".
Sesé respalda, en este sentido, las reivindicaciones de las asociaciones hoteleras y extrahoteleras, demanda que las acciones planteadas tengan en cuenta las especificidades de las Islas, insiste en la necesidad de una rebaja de las tasas de Aena que favorezca la operativa de los vuelos y garantice la conectividad de la región y recuerda que el Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias alberga un potencial que "conviene desarrollar y dotar presupuestariamente para afianzar la viabilidad y competitividad de un sector clave para el archipiélago".
Pero, a juicio del presidente de la Cámara de Comercio tinerfeña, "atender lo urgente no puede suponer que se descuiden otras asignaturas pendientes que lastran el desarrollo de Canarias". "Es necesario un compromiso de las instituciones públicas para buscar soluciones al atasco burocrático con el que se encuentran muchos proyectos de inversión", expuso Santiago Sesé, para quien "no es razonable que los inversores se vean obligados a desistir de sus intenciones por los retrasos que sufren sus iniciativas".
El dirigente cameral confió, en este sentido, en que las ofertas de empleo público que se han puesto en marcha palíen las carencias que en muchos casos presentan los órganos administrativos, pero también cree "imprescindible que la agilización de los proyectos se convierta en una prioridad política". "Es crucial superar el bloqueo político en el que se ha instalado el país en los últimos tiempos. Necesitamos un gobierno estable, capaz de tomar decisiones de política económica para afrontar con las mayores garantías la etapa en la que ya estamos inmersos, caracterizada por la incertidumbre y los desafíos globales, y que cumpla con sus compromisos con Canarias", añadió Sesé.
Solo dos sectores económicos registran un ascenso de la confianza empresarial en relación al trimestre anterior. Uno de ellos es, pese a la reciente quiebra de Thomas Cook, la hostelería y el transporte, que incrementa el indicador de forma muy leve, un 0,5%, como consecuencia de la temporada alta turística. Aun así, el porcentaje de respuestas desfavorables crece y alcanza el 38% del total, mientras que un 45% prevé estabilidad y solo un 17% contempla una mejora de sus resultados.
En el resto destaca un nuevo deterioro de la construcción, que presenta el nivel de confianza más bajo (4,4%), con un claro predominio de respuestas desfavorables, un 28%, frente al 13% de favorables. Resulta llamativo el retroceso del comercio en puertas de la temporada navideña, con una caída del 1,1%, inferior en todo caso a la que experimenta el sector a nivel nacional (-1,6%). Las actividades comerciales mantienen el mismo porcentaje de respuestas pesimistas que en los meses de verano (27%), aunque las favorables aumentan hasta un 15% a costa de un descenso en la estabilidad. Finalmente, la confianza de las empresas englobadas en el sector de "otros servicios" disminuye un 2%.
Los empresarios también han ofrecido respuestas acerca de sus previsiones en materia de empleo, de las que se deduce una moderación en el ritmo de creación de empleo para los próximos meses. Un 7,3% de ellos avanza que ampliará sus plantillas durante el cuarto trimestre del año, frente a un 12,5% de los que lo hicieron durante el tercero.