En estas elecciones complicadas, Andalucía estrena campaña con la pegada, no de carteles, sino de una huelga general que pretende caer como un izquierdazo sobre la cara de Javier Arenas. A cambio, el juez encargado del caso Invercaria admite las grabaciones de la ex presidenta de Invercaria, la bella Laura, como absolutamente inmaculadas y libres de toda manipulación. Por ahora, combate nulo.
La huelga convocada, también, contra la millonada de ciudadanos que votaron libremente, en secreto y hace sólo tres meses a Mariano Rajoy y el Partido Popular, es, en realidad, una huelga general contra la victoria del PP en Andalucía, un horizonte al que temen los sindicatos más que a una vara verde porque, incluso en el mejor de los casos, Arenas no podrá mantener ese paraíso de dinero y privilegios sobre el que han descansado UGT y CC.OO en una Andalucía destrozada por un paro al que han sido insensibles, en la calle y fuera de ella.
En el caso Invercaria, Griñán queda como la chata de Cái porque nadie, ni siquiera el juez, ha visto las 13 manipulaciones que él encontró en las cintas y es algo que dice muy poco de su prudencia y su seriedad. Envilecer la campaña es, desde luego y también, mentir sobre las cintas y sus presuntos cortes o “arreglos”.Sí o sí.
Comienza la campaña más importante de la historia andaluza reciente y esto no ha hecho más que empezar. Algo tendrá que pasar porque el PSOE se juega el pan suyo de cada día y los sindicatos no podrán colocar a todo el ejército de descolocados socialistas que han quedado vagando y sin puesto en las Autonomía gobernadas por el PP y en el gobierno. No va a ser fácil llegar al 25.
Pedro de Tena
Una huelga contra Javier Arenas
La derrota de la izquierda en Andalucía es un horizonte al que los sindicatos UGT y CCOO temen más que a una vara verde porque, incluso en el mejor de los casos, Arenas no podrá mantener su paraíso de dinero y privilegios
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