Los prolegómenos del congreso que el PSOE celebrará este fin de semana están sirviendo para que sus principales protagonistas saquen lo mejor de sí mismos. Alfredo y Carmen María se disputan la secretaría general del partido y lo que toca ahora a los delegados del congreso es adivinar quién va a ser el ganador para otorgarle su confianza, porque en el PSOE, como dijo el Guerra, quien se mueve no sale en la foto.
Carmen María y Alfredo han repetido durante esta campaña interna que contarán el uno con el otro sea cual sea el resultado final. Bien, es posible que cumplan su palabra para transmitir una imagen ficticia de unidad, pero esta actitud generosa es seguro que no alcanzará al delegado que se equivoque en su voto, especialmente si ha hecho su elección desoyendo el mandato del jefe local del partido. Teniendo en cuenta que la mayoría de delegados asistentes al congreso vive de la política, un error de esta magnitud tendrá implicaciones económicas de carácter personal tan importantes que la defensa de la democracia interna y la libertad de voto pasarán a ser asuntos prescindibles.
En Andalucía la cosa está bastante divertida. Gracias a Ketty Garat nos hemos enterado de las discretas maniobras del presidente de la Junta para decantar el voto de sus delegados a favor de Carmen María de España y Olé, en última instancia una paisana, a pesar de que sólo se haya acordado de la tierra que vio nacer a su padre después de iniciar su carrera a la Secretaría General del PSOE. El enfado de Griñán al ser preguntado al respecto, su negación rotunda y su tono amenazante confirman la absoluta veracidad de todo lo publicado. Un relato que incluye amenazas directas de hacer un ERE a los delegados discrepantes con las órdenes impartidas por la gente del presidente autonómico, todo ello en el más puro estilo guerrista, que por algo el congreso se celebra en Andalucía.
En la tierra de los ERE no es descartable que Rubalcaba acabe formando parte también de una regulación de empleo a la manera socialista, que con su edad y trayectoria puede tener carácter definitivo. Lo peor de todo es que el fondo de reptiles para atender a los damnificados del partido está agotado y la llave de la caja a punto de cambiar de propietario. Como pierda el congreso y Carmen María olvide su promesa, su carrera política puede estar acabada. Como la de Griñán, su principal adversario en la sombra. Dos "triunfadores" cuya supervivencia en la política dependerá a partir del lunes del sentido de la caridad de la niña de Olula del Río. Como para perdérselo, oiga.