No se habla de otra cosa en la sede del Partido Popular. La decisión de Mariano Rajoy de incluir a Alberto Ruiz Gallardón tanto en las listas electorales como en su futuro Gobierno no ha dejado indiferente a nadie de puertas para adentro, y así quedó constatado en el Comité Ejecutivo Nacional, donde la noticia centró la casi totalidad de corrillos.
Oficialmente, eso sí, se guarda cautela. En declaraciones a los periodistas, María Dolores de Cospedal afirmó que "no es cierto" que Rajoy esté todavía a esas cosas. Respondía así a la publicación del libro El Delfín del PP, del redactor de Libertad Digital Pablo Montesinos, que desvela estas intenciones.
También sobre este asunto, su homólogo en el PP de Madrid, Francisco Granados, apuntó que respetará "siempre" las decisiones "que tome el partido y si el presidente (Mariano Rajoy) lo considera conveniente, pues lo habrá valorado".
Más osado fue el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, que en el Comité Ejecutivo Nacional alardeó de la decisión de Rajoy y puso el énfasis en que el alcalde se merece ese "gesto" del jefe de la oposición. Ya en declaraciones la semana pasada, Cobo dijo que "una persona de la valía" de Gallardón "tiene siempre abiertas las puertas a la política nacional".
Las intenciones de Rajoy
Según la obra de Montesinos, Rajoy todavía no ha protagonizado reuniones en las que abordar su futuro Ejecutivo, pero sí ha tanteado el terreno. Y según los concejales, diputados, senadores y miembros del PP consultados, Gallardón se sentará en el Consejo de Ministros, si es que los populares ganan en 2012. "Lo veo a mi lado, por supuesto", llegó a reconocer el líder nacional.
En este sentido, ganan por goleada quienes le sitúan al frente de la cartera de Fomento. "Le viene como anillo al dedo, es una de la más importantes, con uno de los mayores presupuestos y, para bien o para mal, en obras e infraestructuras Gallardón ha marcado un antes y un después", apunta un parlamentario.
En menor cuantía, dirigentes del PP también le ven al frente de la Vicepresidencia Primera del Gobierno. Aunque "¿cómo va a dar la cara por el Gobierno alguien a quien no le gusta la prensa y está enfadado con la mitad de los medios?", argumenta un dirigente del PP.