El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha asegurado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno que lo único que le pidió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la conversación que mantuvieron antes del desfile del pasado 12 de octubre es "única y exclusivamente equidad y ecuanimidad en el funcionamiento de las diferentes administraciones públicas".
Tras reconocer que fue una "conversación-discusión" porque Zapatero y él no comparten "puntos de argumentación", el primer edil madrileño ha explicado que él expuso al presidente del Ejecutivo central "la realidad" y le solicitó "exclusivamente un trato semejante para las ciudades y los municipios que el que el Gobierno se da a sí mismo y a las comunidades autónomas".
"Fue única y exclusivamente una petición de equidad, de ecuanimidad, en el funcionamiento de las diferentes administraciones públicas", ha apuntado, explicando que no es comprensible que mientras el Gobierno de la Nación y las comunidades autónomas generan el 95 por ciento de la deuda, sean las corporaciones locales las castigadas por su escueto, dijo, 5 por ciento, sin referirse a la abultada deuda de su Ayuntamiento.
Ha asegurado que no solicitó "más deuda, ni autorización para déficit ni modificar ningún parámetro de austeridad", pero exigió sin embargo que también las corporaciones locales puedan refinanciar la deuda vencida como hacen comunidades autónomas y Estado.
"Creo que es un criterio razonable, y me consta que otros alcaldes de otras formaciones políticas, incluido el PSOE, coinciden con este criterio. No hay un discurso partidario en pedir que a los ayuntamientos se nos trate igual que el Gobierno se trata a sí mismo y a las comunidades autónomas; está por encima de cualquier ideología y es única y exclusivamente una petición de equidad y ecuanimidad en el funcionamiento de las administraciones públicas", ha señalado.
Para argumentar estas exigencias, Zapatero pidió al primer edil madrileño que remitiera un documento a la Presidencia del Gobierno, cosa que Gallardón hará "naturalmente", con el deseo de que "se pueda encontrar un punto de acuerdo para todos los ayuntamientos de España".
En principio no hay prevista una reunión con el presidente para tratar el documento municipal. "Se remitirá cuando se termine, y la posterior discusión se hará en la forma que lo quiera plantear el Gobierno. Lo importante no son las formas, que son puramente anecdóticas, sino los contenidos", ha subrayado.