Emergió a bordo de la cápsula "Fénix 2" a las 11:30 horas (14:30 GMT), sólo 36 minutos después que el trabajador que le precedió, Carlos Barrios.
Durante el encierro y pese a haber sufrido dolor de muelas a causa de la desnutrición, este mecánico que el 10 de octubre cumplió 34 años bajo tierra nunca perdió el buen humor, por lo que es conocido por su personalidad alegre y por ser "bueno para la talla (divertido, cómico)".
Dentro de la mina, Zamora, que pertenece a una familia de mineros y cuyo tío murió hace años en la mina Rodesia al desplomarse un ascensor, también se ha destacado por su talento para escribir poemas.
Zamora llegó a trabajar a la mina San José después de que el terremoto del pasado 27 de febrero destruyera su lugar de trabajo en la sureña ciudad chilena de Talcahuano, donde se dedicaba a la agricultura y a la construcción.
En el momento del accidente trabajaba como ayudante de fortificación y no debía estar en el interior de la mina, adonde se adentró para arreglar un vehículo.
El joven, natural del pueblo minero de Tierra Amarilla, al norte de Chile, fue recibido a la salida por su hijo, de 4 años, y su esposa, que lleva tres meses embarazada y con la que se fundió en un largo abrazo.
Posteriormente saludó al ministro chileno de Minería, Laurence Golborne y al presidente Sebastián Piñera, que le deseó una "buena vida", antes de presentarle al presidente boliviano Evo Morales.