Ya viene la huelga, una huelga rarita, eso sí, que parece más una fiesta organizada a pachas entre sindicatos y gobierno. Tú pones los adornos, yo pongo la comida, tú traes la bebida... la nota de color la pone la Casa Real, que también se va de huelga para no tener que bregar con los piquetes.
Los "piquetes convencitivos", como dice El Mundo que se autodefinen los sindicatos, ya están preparados. Pedro J., que tiene un olfato muy fino, advierte "cierto aroma de paripé" en la huelga y cree que puede que las "amenazas" sindicales "logren amedrentar a quienes quieran trabajar". Sin embargo Lucía Méndez piensa que Zapatero afronta la huelga "con mucha más amargura que sus antecesores y que la tristeza del carné de la UGT en la mesilla no le va a dejar dormir tan fácilmente como acostumbra" porque "la mayoría de los sindicalistas que harán la huelga antes le quería y ahora ya no le quiere". Pues pa mí que Zapatero dormirá a pierna suelta, Lucía.
Público, sin sorpresas: piquetes buenos, empresarios malos. Al contrario que El Mundo, dice que "la patronal enciende la huelga" y Díaz Ferrán "insinúa que el Gobierno es blando". Que desfachatez, a quién se le ocurre insinuar algo así. Pero ¿qué se puede esperar de Díaz Ferrán? Mejor no respondo. "Hay empresarios que han creado un lema estos días: 'Si no vienes el 29, tampoco vengas el 30', denuncia Isaac Rosa, que anima a ir a la huelga porque "ahora no toca atacar" a los sindicatos. Avisen cuando toque.
También le da mucha cancha a la pedrada que lanzó ayer el socialista valenciano Ángel Luna en el Parlamento valenciano. "Luna denuncia los escándalos de Camps lanzando una piedra". Bueno, eso no es exacto. En realidad se estaba defendiendo de las acusaciones contra él. Casandra dice que "imitó a Jesucristo" y el periódico denuncia que Luna se siente "perseguido" por el PP. ¿A qué me suena esto? Por cierto que El País informa que la piedra se la quedó el socialista Manuel Mata para subastarla en Internet y sacar unos dineros. El que no corre vuela, a río revuelto ganancia de pescadores o el refrán que toque que seguro que hay.
La Razón también habla mucho de la piedra que hará famoso al socialista valenciano. Cuenta que "propios y extraños no salían de su asombro, en un principio, y luego de la hilaridad. Los ujieres de la cámara dudaron si recogerla o no, y finalmente la dejaron allí en el suelo. Varios consejeros la fotografiaron mientras Luna miraba desde su escaño con cara de pocos amigos". Que papelón para los ujieres. Habría que incluir un capítulo en el temario de las oposiciones. "Qué hacer cuando un diputado se lía pedradas: A/ recoger la piedra. B/ dejar la piedra en el suelo. C/ ponerse a cubierto. D/ devolvérsela al diputado".
En El País, Miguel Ángel Aguilar dice que "estamos arrastrados a la huelga del sin querer. Los sindicatos se han sentido obligados a convocarla para no perder la cara". En el editorial, Prisa considera que "el Gobierno no puede ni debe volverse atrás en su política económica" y da un toque a los sindicatos. "Si caen en la tentación de parar una ciudad por la fuerza, bloqueando metro y autobuses, los ciudadanos les pasarán factura". Siempre les quedará Público.
La Gaceta enseña "cómo actuar ante las amenazas de los piquetes". Los empresarios "aconsejan avisar la Policía" y, si ésta no apareciera porque está de huelga, "cerrar el negocio hasta que se solventen los riesgos". La Asociación de Trabajadores Autónomos aconsejan "si se produce algún acto vandálico" presentar una denuncia. Vamos, lo normal.
Carlos Dávila le dedica mucho espacio al pleito que tiene con De la Vega a causa de su empadronamiento en Beneixida. Ayer tuvo que ir al juzgado y la vice no se presentó porque estaba de risas con el secretario de Estado de El Vaticano. Dávila se sintió "maltratado como una oveja por una señora, ausente, que quiera Dios, deje para siempre de acobardar al país. Hablo de De la Vega", aclara, como si no nos hubiéramos percatado.
ABC arremete contra los vídeos chiquilicuatreros de Méndez. "Para el sindicato ha tenido que ser difícil convocar una huelga contra decisiones del Gobierno pero sin mentar al Ejecutivo una sola vez en su prolífica serie de vídeos". Pues no parece que le haya costado tanto, la verdad. Ignacio Camacho abronca a Esperanza Aguirre por cometer "el error táctico de erigirse en protagonista de un paro que no iba contra ella".
Y Enric Sopena debe andar desconsolado con sus compis de El País. A cuenta de la amenaza de Belén Esteban de meterse en política, dicen de él en El Acento: "Con la ayuda de periodistas, sociólogos y políticos conocedores de la cosa pública, como Enric Sopena o Pilar Rahola, que encuentra a la Esteban tierna y entrañable, el programa (Sálvame) ya ha iniciado la campaña electoral. ¿Por qué no puede ser Belén Esteban una líder política de primera talla como lo fue Eva Perón?". "Ante el descrédito de los políticos, los de Sálvame han encontrado un filón. Con sondeos similares podrían poner en la senda de La Moncloa a un sinfín de personajes del circo televisivo. Al fin y al cabo, son los políticos los que han iniciado el camino inverso invadiendo sus espacios, como La Noria", el favorito de Enric Sopena. Mira que desacreditar La Noria y a Belén Esteban. Devuélvesela, Sopena, que tú sabes.