En una entrevista de Catalunya Ràdio, Capdevila ha admitido, sin embargo, que en el territorio catalán existen barrios "con más dificultades", en los que se está trabajando, pero no existe una "señal de alarma ni de alerta sobre campamentos nómadas en este momento".
No obstante, Capdevila ha explicado que Cataluña cuenta con un protocolo para hacer seguimiento de las personas que puedan llegar para ofrecer soluciones y posibilidades. En esta línea el secretario de Inmigración del Gobierno autonómico, Oriol Amorós, aseguraba este sábado que la Generalidad controla "discretamente" la posible llegada de gitanos rumanos expulsados de Francia, aunque por el momento no ha detectado ningún caso.
Según explicaba Amorós, el Gobierno catalán activó un plan de actuación hace tres años cuando se empezó a hablar de expulsiones de gitanos en Italia. La consejera, que ha reiterado que la situación de los más vulnerables se ha agravado en los últimos meses, ha considerado que "la población no es racista". "Pero todos somos temerosos de cuestiones que nos aportan diferencias", ha añadido.
Capdevila ha acusado al PP catalán de buscar un "golpe de efecto electoralista", con su actitud frente a la inmigración en Badalona, "para buscar cuatro votos de personas que en un momento dado viven problemas de convivencia".