Desde el pasado mes de junio, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha intensificado su política de acercamiento de presos etarras a cárceles del País Vasco con la excusa de "debilitar" a la banda. Según las fuentes consultadas por Libertad Digital, ese mismo mes de junio el responsable de Justicia del PP, Federico Trillo, telefoneó al titular de Interior para interrogarle por los motivos, habida cuenta de que el Pacto Antiterrorista firmado por los dos grandes partidos nacionales incluye una interlocución fluida en esta materia.
Tras esa llamada, las excarcelaciones, acercamientos y sospechas de contactos entre el Ejecutivo (o el PSE) y ETA han ido en aumento. "No paramos de escuchar un runrún sobre si hay o no negociación con ETA y se amontonan noticias sobre excarcelaciones, acercamientos o permisos penitenciarios, que no han sido comentados con nosotros (con el PP), y que ofenden y molestan a las asociaciones de víctimas del terrorismo", enfatizó el responsable de Comunicación, Esteban González Pons, este mismo fin de semana.
Una desinformación que, según ha podido saber este periódico, se extiende ya todo el verano, justo coincidiendo con el aumento de los temores. "No hemos recibido ningún tipo de explicación o comentario", reconocía la secretaria general, María Dolores de Cospedal, en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección extraordinario celebrado este miércoles en Génova.
La cosa cambia en el País Vasco, donde el Ejecutivo de Patxi López, tanto de forma pública como privada, sí que ha negado a Antonio Basagoiti una nueva negociación: "no hay por parte de los socialistas vascos ni contactos ni tomas de temperatura con Batasuna y mucho menos con ETA", ha asegurado el consejero de Interior, Rodolfo Ares.
Sin embargo, desde el PP vasco no reducen por ello la gravedad de que Interior ya no les informe, y destacan que de las excarcelaciones nada dicen desde el Gobierno autonómico, pues no son su competencia.
Dicho lo cual, la consigna, desvelada en su día por este diario, sigue siendo la misma en el cuartel general de los populares: intentar salvar el Pacto Antiterrorista y el pacto en el País Vasco, al menos, hasta las próximas elecciones locales y forales, que se celebrarán en 2011.
"El PP tiene una vara de medir muy importante" y ésa es "la presentación de las candidaturas", resaltó Cospedal. Si en alguna lista se cuela algún dirigente vinculado al mundo de ETA y la Fiscalía no actúa, Rajoy verá evidencias de negociación, y romperá su armisticio en la lucha antiterrorista. Sin embargo, hasta entonces, el PP no quiere elevar el tono "en un asunto tan delicado".