El Vive Menorca hizo realidad su sueño de regresar a la Liga ACB tras permanecer una temporada en los infiernos de la Adecco Oro, al vencer en el quinto y último partido de la final por el ascenso al Ford Burgos (78-66) en un choque en el que la calidad de los menorquines se impuso a la fe de los visitantes.
Los pupilos de Paco Olmos hicieron valer su manifiesta superioridad en este último choque, tras una eliminatoria en la que vieron cómo sus opciones se redujeron drásticamente tras ir perdiendo 2-1 después del tercer choque. Sin embargo, los isleños supieron sobreponerse a esta desventaja con choques en los que predominó la gran intensidad reinante, destacando el cuarto encuentro disputado en el Plantío burgalés, y que prácticamente selló el ascenso de los de Mahón.
Precisamente, la voluntad de ascender delante de su afición, que se antojó fundamental, fue la seña de identidad de los de Olmos desde el principio del choque. Los locales dominaron la contienda desde el salto inicial, consiguiendo desmarcarse en el electrónico (16-2).
A partir de ahí, los menorquines, apoyados en el gran acierto del escolta Daniel Umeh (24 tantos), probablemente el jugador que más en forma ha terminado la temporada, mantuvieron en todo momento rentas de alrededor de los diez puntos, mientras que los visitantes se veían incapaces de hincar el diente a un equipo muy serio, que se mostraba física y mentalmente por encima.
Aún así, los de Andreu Casadevall no bajaron en ningún momento los brazos, y tras una gran defensa y la capacidad anotadora de Morley (15 puntos), trasladaron el pánico al Pavelló Menorca al situarse a sólo seis puntos a falta de tres minutos. No obstante, los locales acabaron haciendo valer el factor cancha asegurándose el triunfo.
De este modo, el Ford Burgos no ha podido poner el broche de oro a una fantástica temporada en la que han llegado físicamente mermados a la final, mientras que el Vive Menorca será el equipo que acompañe al Cai Zaragoza en el viaje hacia la añorada ACB.