Medina dice que venía a España a “lanzar un SOS” al Gobierno español, aunque como dice el diario El Mundo, nadie parece escucharle. “Quería reunirme con representantes del Gobierno, o por lo menos, del PSOE, pero es imposible. Pese a los numerosos intentos de la oposición venezolana, no hay forma de lograrlo”.
Medina está presentando el libro “¿Quién mató a Danilo Anderson?” los crímenes de estado del Gorila Rojo, que si fuera español, dice el opositor, “expropiaría hasta el Escorial”.
Molina dice en El Mundo que “Zapatero y el PSOE han dejado al pueblo venezolano en la mayor orfandad, abandonado a su suerte, prisionero, prisionero de una realidad terrible”. Dice que “ojalá” esta pasividad fuera sólo para no molestar al líder, pero que en realidad hay “mucho más” que eso. “El embajador de Venezuela en España (Isaías Rodríguez) fue cómplice de los crímenes de Estado de Cha´vez como vicepresidente y fiscal general. Todo el mundo le señalaba y por eso huyó a Madrid”, explica el opositor.
Pablo Medina explica sin tapujos las verdaderas razones del silencio de Zapatero ante los abusos del venezolano. “Chávez compró el silencio de Madrid con un contrato petrolero a una empresa española. Un contrato absolutamente ilegal, a dedo, sin licitar, que viola la Constitución de Venezuela. Zapatero y Moratinos mandaron al carajo a Venezuela por un barril de petróleo”.
No sólo eso: Medina dice en El Mundo que conoce a “oficiales de las Fuerzas Armadas que me hablan constantemente de la presencia de ETA”.
Medina trabajó con Chávez en sus inicios, “pero yo no apoyé su golpe de 1992”. “Luego, como secretario general de Patria Para Todos me opuse a su candidatura en 1998. Entonces yo tenía una ventaja con resepcto a mis compañeros de lucha, porque había vivido en la URSS seis meses y conocía el régimen estalinista. Pero perdí, y él se impuso legítimamente. Pero yo sabía lo que iba a venir”.
“Chávez hace política siguiendo las reglas de la guerra, porque trata a la oposición como un enemigo. Sin embargo, creo que estamos al final de la lucha”. Dice Molina que se puede encontrar una intención de unidad e integración que ha logrado “integrar a todos los partidos” en la Mesa de Unidad Nacional.
Pablo Medina confía en derrotar a Chávez en las urnas, “pese a la fraudulenta estructura electoral venezolana”, aunque vaticina que no el mandatario no aceptará una derrota. “Si pierde podía pasar lo que pasó en 2007, tras el no en el referéndum con el que pretendía perpetuarse en el poder. Entonces no quiso aceptar la derrota, pero el Gobierno le obligó”.
“Chávez tiene un grupo de círculos armados, paramilitares bolivarianos motorizados que aterrorizan a la gente”, pero el Ejército es mayoritariamente institucional, “no está bajo su control”. “El 75% de los oficiales rechaza su proyecto”, dice el opositor en El Mundo.