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¿Dónde está hoy la cúpula policial del 11-M?

La versión oficial del 11-M que se vendió a la opinión pública es que la masacre fue cometida por un grupo de terroristas inexpertos y delincuentes comunes, la mayoría de los cuales estaban controlados por nuestros propios servicios de información.

¿Cómo es posible que esos criminales "controlados" pudieran cometer el atentado? Según la versión oficial, lo que se habría producido es una monumental negligencia de los responsables policiales, a quienes esos terroristas habrían conseguido burlar.

Sin embargo, el examen de los hechos revela que no sólo nadie ha pedido cuentas a ningún responsable policial por esa supuesta negligencia de consecuencias sangrientas, sino que varios de los teóricos responsables de esa negligencia fueron ascendidos tras el 11-M o pasaron a disfrutar de puestos bien remunerados en la empresa privada.

He aquí los perfiles de algunos de los mandos policiales por cuyas manos pasaron las investigaciones del 11-M y cuya obligación hubiera sido (de ser cierta la versión oficial) evitar una masacre como la que se produjo en Madrid en vísperas electorales.

Director General de la Policía

Agustín Díaz de Mera.

Ha sido diputado y dos veces senador. En junio de 1999 accedió a la alcaldía de Ávila, puesto que dejó en julio de 2002 para ser nombrado Director General de la Policía (DGP), cargo que ocupaba el 11-M.

Protagonizó un sonado incidente durante el juicio del 11-M, al sostener que existía un informe que detallaba las relaciones entre ETA y los terroristas islámicos y negarse en un principio a decir el nombre de su fuente, que luego resultó ser Enrique García Castaño, jefe de la UCAO durante el 11-M.

Después del 11-M fue incluido por el PP en la lista de las elecciones europeas de 2004, siendo elegido eurodiputado, cargo que continúa desempeñando.

Subdirector General Operativo

Pedro Díaz-Pintado Moraleda

Fue nombrado jefe de la Brigada Provincial de Información de Madrid en 1988; subjefe de la Jefatura Superior de Policía de Madrid en 1990; y subdirector general del Gabinete de Evaluación y Seguimiento del Plan Nacional sobre Droga en 1994. Al llegar Mayor Oreja al Ministerio de Interior en 1996, es nombrado Subdirector General Operativo (SGO) de la Policía, puesto que ocupaba el 11-M.

Como SGO, era el máximo responsable del operativo de Leganés el 3 de abril de 2004, uno de los episodios más oscuros de la versión oficial de la masacre. Protagonizó también, junto con Santiago Cuadro Jaén, el episodio que dio origen a la polémica entre Goma2-ECO y Titadyn, que tanta relevancia habría de tener en vísperas electorales y durante el desarrollo de la Comisión de Investigación del 11-M.

Después del 11-M, fue cesado en su puesto y en abril de 2005 se incorporaba como apoderado a varias empresas del grupo inmobiliario Dico, que varios medios han puesto en relación con algunos imputados de la trama Gurtel. En concreto, Pedro Díaz-Pintado ha ostentado cargos a partir de abril de 2005 en:

  • Grupo Dico Servicios Inmobiliarios SA,
  • Grupo Dico Obras y Construcciones SA,
  • Grupo Dico Empresarial SL
  • Promodico SL
  • B2B Comercia SL
  • Servicios Informáticos CLM Net SL
  • Urbahispania SL
  • Instalaciones y Montajes Eléctrico de Velasco SL
  • Desarrollos Urbanos de Majadahonda SL

Subdirector General del Gabinete Técnico

Gabriel Fuentes González

Fue Director del Gabinete de Evaluación y Seguimiento del Plan Nacional sobre Droga antes de ser nombrado Comisario General de Información (CGI) por Juan Alberto Belloch en junio de 1994, en el último gobierno de Felipe González. Tras la victoria del PP en 1996, Mayor Oreja le cesa y decide apartarle de los puestos de responsabilidad en el organigrama de la Policía, nombrándole Director del Gabinete de Evaluación y Seguimiento del Plan Nacional sobre Droga. Pero, tras la llegada de Angel Acebes al Ministerio de Interior y el nombramiento de Agustín Díaz de Mera como Director General de la Policía, Díaz de Mera recupera a Gabriel Fuentes y le nombra Subdirector General del Gabinete Técnico en octubre de 2002, puesto que ocupaba el 11-M.

Gabriel Fuentes es uno de los pocos mandos que se mantuvo en su puesto tras el atentado, siendo cesado el 18/1/2006. Pocos meses después (17/5/2006) pasa a trabajar en la empresa Insitu Grupo Consultor SA. En enero de 2009 es nombrado vicepresidente y consejero de la empresa Interligare, que se autodefine como una "compañía europea de investigación y desarrollo de sistemas de información aplicados a la Inteligencia militar, política y empresarial". Interligare organizó en septiembre de 2009 en España el Primer Foro Internacional de Inteligencia. El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio concedió a Interligare en diciembre de 2009 una ayuda de 645.000€ para financiación de proyectos de I+D.

Comisario General de Información

Jesús de la Morena

Fue jefe de sección en la Comisaría General de Policía Judicial y trabajó luego a las órdenes de Gabriel Fuentes en la Comisaría General de Información. Con la llegada del PP al poder en 1996 y tras el cese de Gabriel Fuentes como CGI, Jesús de la Morena fue nombrado en sustitución suya. Al llegar el 11-M, continuaba desempeñando el cargo de Comisario General de Información.

En el juicio de la Casa de Campo, declaró que la detención de cinco personas durante la jornada de reflexión del 13-M (cuatro de las cuales fueron puestas en libertad a las pocas semanas) fue "la mejor decisión de nuestra vida".

Después del 11-M, fue cesado el 24 de mayo de 2004, incorporándose al Grupo Iberia como Director de Seguridad.

Comisario General de Seguridad Ciudadana

Santiago Cuadro Jaén

Hombre de la confianza de Juan Cotino, era el número dos de la Policía en Valencia antes de la llegada del PP al poder. Fue nombrado Comisario General de Seguridad Ciudadana por Mayor Oreja en 1996, puesto que seguía desempeñando al llegar el 11-M.

Protagonizó, junto a Pedro Díaz-Pintado, el episodio que dio origen a la polémica entre Goma2-ECO y Titadyn. El que fuera Subdirector General Operativo dice que Santiago Cuadro le comunicó a última hora de la mañana que el explosivo del 11-M era Titadyn con cordón detonante, mientras que Santiago Cuadro asegura que él dijo "dinamita" y no Titadyn. De Santiago Cuadro dependía la unidad de Tedax dirigda por Juan Jesús Sánchez Manzano.

Después del 11-M, fue cesado y se le nombró vocal del Consejo Asesor de la Policía

El 26/6/2007, pocos días antes de quedar visto para sentencia el juicio del 11-M, se incorporaba al Grupo Negocios de Ediciones y Publicaciones SL, como adjunto al Consejero Delegado y apoderado, aunque cesaría en el cargo de apoderado el 4/6/2008.

Comisario jefe de la UCAO

Enrique García Castaño

De una forma o de otra, Enrique García Castaño aparece relacionado con casi todos los episodios sonados que han jalonado la historia del Ministerio de Interior durante la democracia. Actuó como infiltrado en los ambientes de extrema derecha para el ministro Rosón en tiempos de la UCD. Trabajó en la Brigada de Interior a las órdenes de Alberto Elías durante los primeros gobiernos de González. Gran amigo del juez Garzón, sufrió su primer ostracismo al estallar el escándalo del Informe Veritas. Durante la época álgida del escándalo de los GAL, con Juan Alberto Belloch de ministro, actuó como informante del PP en muchos aspectos relativos a las investigaciones. Antes de la llegada del PP al poder, era inspector en la Comisaría General de Información. El 11-M ocupaba el puesto de Comisario Jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), una de las unidades de "fontaneros" de la Policía.

Fue cesado en su cargo al llegar José Antonio Alonso al Ministerio de Interior, pero Rubalcaba le recuperaría posteriormente y le reintegraría en su puesto. Cuenta con la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Droga. Es el único de los responsables policiales del 11-M que continúa ocupando el mismo cargo que ocupaba entonces. Recientemente, su nombre volvió a saltar de nuevo a la palestra al destaparse las conversaciones del caso Faisán. García Castaño aparece en una de las conversaciones tranquilizando a uno de los supuestos implicados en el caso: "No te preocupes, que Baltasar es amigo".

Comisario Jefe de los Tedax

Juan Jesús Sánchez Manzano

Estuvo en la Brigada Provincial de Información de Guipúzcoa y en la Comisaría de Alcalá de Henares. En 1996 se produjo su traslado a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Navarra y su ascenso a comisario. Al año siguiente le nombraron Jefe de Servicio de la Unidad Central de Seguridad Privada y en 2002 ascendió a Jefe de la Unidad Central de Tedax y NBQ, puesto que ocupaba el 11-M.

Durante el 11-M, la unidad que él dirigía no envió los restos de los trenes para que la Policía Científica los analizara, lo que ha motivado que hoy continuemos sin saber qué explosivo se usó para la masacre. En la actualidad se encuentra imputado por un presunto delito de manipulación de pruebas y falso testimonio, a instancia de una de las asociaciones de víctimas del 11-M.

Fue uno de los pocos altos cargos que siguió en su puesto después del atentado. Sólo sería cesado en diciembre de 2006, después de que solicitaran su relevo casi todos los sindicatos policiales.

Jefe Superior de Policía de Madrid

Miguel Ángel Fernández Rancaño

Fue Secretario General del Gabinete Técnico cuando Rafael Vera ejercía de Secretario de Estado de Seguridad. Posteriormente sería nombrado Jefe Superior de Policía de La Coruña y de Barcelona. A principios de 2003, el PSOE y sus medios de comunicación afines emprendieron una intensa campaña de desgaste contra el Ministerio de Interior a cuenta de la inseguridad ciudadana en Madrid, campaña que incluyó diversas interpelaciones parlamentarias. Como resultado, el Jefe Superior de Policía de Madrid, Juan Bautista Zurera Moltó, fue cesado el 10/6/2003 y el gobierno del PP, a propuesta del Director General de la Policía, Agustín Díaz de Mera, nombró para sustituirle a Miguel Ángel Fernández Rancaño.

En septiembre de 2005, Fernández Rancaño fue fichado como responsable de seguridad de la Caixa, puesto que aún continúa desempeñando. El 8 de enero de 2009, él y Gabriel Fuentes fueron nombrados consejeros de la empresa Interligare.

Jefe de la Comisaría de Vallecas

Rodolfo Ruiz Martínez

Dirigía, al llegar el 11-M, la comisaría donde apareció, 18 horas después de la masacre, el famoso artefacto explosivo a partir del cual se construyó toda la versión oficial y que es imposible que procediera de los trenes.

Fue ascendido tras el 11-M a Jefe de la Brigada Provincial de Información de Madrid, cargo que tuvo que abandonar tras el escándalo de la detención ilegal de dos militantes del PP a raíz de una inexistente agresión al ministro Bono en una manifestación de víctimas del terrorismo. Fue condenado en primera instancia por aquella detención ilegal, aunque sorprendentemente la Audiencia Provincial de Madrid le absolvió, a pesar de reconocer que se habían rehecho las diligencias de investigación que condujeron a esas detenciones.

Jefe de la Brigada Provincial de Policía Científica de Madrid

Miguel Ángel Santano Soria

Uno de los miembros fundadores (junto con otros históricos como Modesto García o Baniandrés) de la USP, que luego daría lugar al Sindicato Unificado de Policía (SUP). El 11-M ocupaba el puesto de Jefe de la Brigada Provincial de Policía Científica, siendo ascendido después del 11-M a Comisario General de la Policía Científica. Fue procesado por el escándalo de la falsificación de un informe policial del 11-M (el denominado caso del "ácido bórico"), aunque el tribunal terminó por absolverle.

Jefe de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE)

Mariano Rayón

El11-M era jefe de la Unidad Central de Información Exterior, a las órdenes de Jesús de la Morena. Después del 11-M fue nombrado agregado de Interior de la Embajada de España en Roma.

Comisario jefe de Alcalá de Henares

Eduardo Blanco González

El 11-M era comisario en Alcalá de Henares, cuando se produjo el episodio del registro de aquella furgoneta Kangoo que representaría la primera "prueba" que apuntaba al terrorismo islamista. Aquella furgoneta (que, según los testigos, estaba prácticamente vacía en Alcalá de Henares y en la que dos perros distintos no olieron ningún resto de explosivo) fue llevada al complejo policial de Canillas y allí apareció en su interior una multitud de evidencias, incluyendo detonadores, un resto de cartucho de Goma2-ECO y una cinta coránica. Después del 11-M fue nombrado agregado del Ministerio de Interior en la Embajada española en San Salvador.

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