La actriz, de 28 años, ha afirmado que "estar embarazada fue la experiencia más increíble que he tenido nunca", y eso le compensa a la hora de afrontar los cambios que su cuerpo ha sufrido.
"Acepto las estrías, el pecho caído y esa celulitis de la que nunca me libraré". Como Kate Winslet, Jessica Alba defiende la evolución normal del cuerpo de una mujer tras tener hijos. Y es su niña, Honor, la que aparte de hacerle ganar esa confianza en sí misma ha conseguido que se tome la vida con más tranquilidad.
"Puedo ser dura conmigo misma cuando no hago todo de forma perfecta, pero ahora que tengo a mi hija, no hay tiempo para eso", ha declarado la actriz. Y ha añadido: "Honor es el mejor remedio contra el estrés".
En esa tranquilidad y estabilidad quiere educar a su hija, para así enseñarle que "puedes aprender de tus errores y seguir adelante siendo bueno y positivo", la fórmula de Jessica que asegura que "todo saldrá bien".