La compañía estima que unos 130 trabajadores mayores de 58 años abandonarán la empresa mediante prejubilaciones, mientras que con el resto de empleados se negociará de forma individualizada su marcha, a través de indemnizaciones.
El presidente de Seat, James Muir, ha asegurado que el objetivo de esta medida, que afectará a los empleados con un bajo rendimiento, es "aumentar la eficiencia, eficacia y la productividad de la compañía".
La firma automovilística ya ha informado de este plan a la Generalitat, a los sindicatos con representación en el comité (UGT, CCOO y CGT) y a la plantilla, y en los próximos días tiene previsto iniciar la negociación con los trabajadores afectados.