La denominación social de la nueva entidad será Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria, Caja de Ahorros y Monte de Piedad. La sede social, la presidencia y los órganos de gobierno se ubicarán en León, sede de Caja España, mientras que la sede de la Dirección General se ubicará en Salamanca. Para acometer el proceso, pedirán 562 millones al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
En cuanto a los servicios centrales, se distribuirán entre las dos entidades, de manera que a Caja España le corresponderán las áreas de Riesgos, Financiera, Gabinete de Integración y Relaciones con el Banco de España, Logística y Desarrollo Organizativo. Los departamentos de Negocio, Planificación y Control, Participadas, Obra Social, Comunicación y Relaciones Institucionales e Informática serán para Caja Duero.
En la Obra Social de la entidad resultante, con independencia de su sede, se realizará una gestión descentralizada del presupuesto al 50 por ciento y con especial atención a las provincias de origen de las cajas.
Además, ambas partes se someterán a los estudios correspondientes por parte de los respectivos departamentos, con el asesoramiento y apoyo de consultores especializados de "reconocido prestigio" elegidos de común acuerdo; la determinación de los elementos y componentes de la plataforma tecnológica que pueda resultar más eficiente, así como la segregación de las fusiones vinculadas al área de Informática que dé lugar a su distribución en dos divisiones: Informática (Caja Duero) y Logística (Caja España).
Por otra parte, las provincias que en su día fueron sede de entidades fundacionales de ambas cajas podrán ser cabeceras de áreas territoriales de la nueva entidad. Al respecto, el presidente de Caja España, Santos Llamas, destacó que al referirse a Caja Duero y Caja España "no se habla únicamente de León y Salamanca".
Territorios históricos
En este sentido, aseguró que el proyecto afecta a toda la Comunidad y "muy en especial" para Caja España a Valladolid, Zamora, Palencia y Salamanca como territorios históricos, por lo que en dichos lugares se establecerán los repartos que los órganos de Gobierno determinen en el desarrollo de la entidad resultante de la fusión.
En cuanto al logotipo de la futura entidad, concretó que de momento funcionará con los dos actuales. No obstante, puntualizó que durante los próximos dos años se encargará un estudio a una empresa experta para vender la futura marca si ésta se decide crear.
Para Santos Llamas, la aprobación del acuerdo de fusión en el Consejo de Administración de Caja España de manera unánime marca un "hito" que se prolongará hasta el próximo mes de junio. "El camino empieza a ser importante a partir de hoy", declaró.
"Tranquilidad" a los empleados
Por otra parte, lanzó un mensaje de "ánimo" y de "tranquilidad" para los empleados porque desde el Consejo de Administración se contempla y se apoya el pacto laboral, que debe llegar "a buen fin". "Que no tengan ninguna duda", apostilló.
El presidente de Caja España explicó que el acuerdo de fusión alcanzado ya se ha comunicado al Banco de España y a la Junta de Castilla y León y dentro de unos 15 ó 20 días habrá un Consejo Extraordinario para mandar la documentación necesaria al Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB), entidad a la que se solicitará una cuantía de 562 millones de euros.
Después, cuando el Banco de España dé el visto bueno al proceso, en febrero o en marzo se celebrará el Consejo Extraordinario en el que se aprobará de manera definitiva la fusión y en marzo o abril será la Asamblea General como último eslabón decisorio para aprobar la fusión.
"Es ahora cuando empieza la verdadera fusión", aseguró, y señaló que desde el momento actual los miembros de los consejos de administración de las entidades implicadas en el proceso tendrán que trabajar "duro" y "más unidos".
Dos años de transición
Al ser preguntado por la estructura de la entidad en un futuro, indicó que el reparto permanecerá como se plantea actualmente durante dos años, de transición. "Lo que está claro es que hay órganos que no se moverán, entre comillas", agregó.
En este sentido, el vicepresidente segundo de Caja España y alcalde de León, Francisco Fernández, indicó que si se planteara un cambio de la distribución de los órganos, debería aprobarse en un futuro por los cuatro quintos de la Asamblea General, por lo que se "aseguran mucho" las decisiones adoptadas.
Respecto a los miembros que conformarán la Asamblea General y el Consejo de Administración de la entidad resultante de la fusión, Santos Llamas concretó que los componentes de la Asamblea General se duplicarán, por lo que serán 34 personas quienes formen parte de este órgano.
En cuanto al presidente de la entidad fusionada, señaló que ocupará el cargo la persona que determine el Consejo de Administración que se componga en su día.