Javier Cámara: "Me da la sensación de que soy bastante limitado"

Es frecuente que los actores españoles hagan simultáneamente cine, teatro, televisión… pero el caso de Javier Cámara es distinto ya que se encuentra enteramente volcado en su proyecto teatral y se considera "limitado e incapaz de hacer dos cosas a la vez".

"Lo he intentado y no he hecho ninguna de las dos bien. Me da la sensación de que soy bastante limitado, y no lo digo porque sea un perfeccionista sino por incapacidad". Cámara declara que lo que realmente le apetece es disfrutar de los ensayos con el resto de actores y dedicarse enteramente al proyecto. “Sé que muchos compañeros, sobre todo actrices, son capaces de hacer varias cosas a la vez y hacerlo muy bien. Yo, simplemente, no sé", revela.

Cámara (Albeda de Iregua, La Rioja, 1967) debutó profesionalmente en 1991 en el teatro, con un papel que le dio Miguel Narros en El caballero de Olmedo. Mientras, en cine ha hecho grandes "taquillazos" como Torrente, el brazo tonto de la ley, Hable con ella o La vida secreta de las palabras. En televisión ha sido durante tres temporadas el "distraído" de Siete vidas y, recientemente, el combativo abogado de Lex.

Destaca que le fui muy difícil decir que no a este proyecto porque admira mucho a Stoppard y porque nunca había actuado en el María Guerrero. Es la obra adecuada en el momento preciso y lo dice exultante y feliz ante este "regalazo de Navidad" que Natalia Menéndez le ofreció a él y María Pujalte.

El actor subraya que Stoppard -guionista de Shakespeare in love o Brazil- juega en esta obra, estrenada en 1982, "al teatro dentro del teatro" con un dominio "magistral" de la arquitectura dramática y, a la vez, con una implicación personal que quizá explique por qué está considerada una de las mejores piezas británicas de finales del siglo XX.