La nota, cuenta El Mundo, ha sido enviada por la Junta de Personal de los Servicios Centrales de la Generalidad Valenciana a su personal directivo, altos funcionarios y personal externo. En ella, se les recuerda que han de devolver los regalos que excedan "lo que razonablemente puede entenderse como un uso habitual, social o de cortesía".
Lo más curioso de la nota, enviada a través de correo electrónico el 17 de diciembre, es la lista de regalos considerados improcedentes. Dice el diario que se incluyen "bolsos o carteras de piel de marcas de lujo, jamones, embutidos ibéricos, cajas de botellas de vino o bebidas alcohólicas". Para fundamentar este recordatorio se citan normativas como el Estatuto Básico del Empleado Público en el que se obliga a rechazar regalos que excedan el carácter simbólico.
Aunque fuentes próximas a Francisco Camps citadas por el diario dicen que esta orden no tiene relación alguna con la trama Gürtel, es inevitable vincularlo a ella y a la ambigua figura jurídica del "cohecho impropio". Según El Mundo, algún funcionario habría mostrado su "malestar" por esta nota que habrían recibido muchos miembros de la administración valenciana.