Tras jugar 17 partidos en casa por solo cuatro fuera del Staples Center, los Lakers comenzaron la pasada madrugada su primer gira de encuentros a domicilio. El partido inaugural de esta serie cercenó la mejor racha triunfal en seis años del equipo californiano, que acusó la merma física de Kobe Bryant.
La estrella de Lakers llegaba con su dedo índice de la mano derecha roto y sus porcentajes de tiro se resintieron (7/24 en tiros de campo). De la mano de un sorprendente Matthews y de Brewer, cada uno con 19 puntos, Utah fue cimentando una pequeña ventaja que alcanzaba los nueve puntos antes del último cuarto.
En este último periodo, Deron Williams se hizo con la manija del choque para liquidar a Los Angeles, que se plantaban en el Energy Solutions Arena con el mejor balance de la NBA. El base local, autor de 21 tantos y 11 asistencias, anotó ocho puntos seguidos al inicio del cuarto decisivo y estiró hasta una renta insalvable de 17 puntos la ventaja de Jazz.
De nada le sirvió a Lakers otro encuentro apabullante en la pintura de Gasol. El pívot catalán sumó 16 puntos, 5 asistencias y, sobre todo, una veintena de rebotes, mejor registro de su historial que alcanzó por segunda noche sucesiva. Pero los Lakers se basan en su dupla Gasol-Bryant y, como quedo demostrado al inicio de la temporada, cuando uno de los dos no está al cien por cien, las opciones de victoria bajan mucho. Utah fue una buena muestra.