
En la rueda de prensa previa al choque, el técnico rojiblanco, muy cuestionado por los pobres resultados cosechados esta temporada, reiteró que en estos momentos difíciles "es cuando más hay que trabajar para remar hacia delante y darle la vuelta a la situación". A su juicio, el único problema que tiene el equipo es que "está recibiendo un castigo muy grande que no se corresponde con el esfuerzo que está haciendo".
Para el técnico manchego, la rúbrica de un par de victorias sería suficiente para darle a los jugadores la confianza que necesitan para liberarse de la presión a la que están siendo sometidos.
Respecto a su rival de este miércoles en Stamford Bridge, que parte como favorito, Resino reitera que el Atlético es un equipo que "ha demostrado ser capaz de ganar a cualquier grande en los momentos decisivos". "Tenemos a grandes jugadores ofensivos a los que se les está resistiendo el gol, pero cuando las ocasiones empiecen a transformarse en tantos, todo será diferente", explicaba.
Ante los rumores de que una derrota ante el conjunto inglés podría desembocar en su restitución, Resino asegura sentirse "tranquilo" y puntualiza que seguirá trabajando porque tiene toda la confianza en que el equipo puede darle la vuelta a esta situación. En referencia a las palabras de apoyo proferidas por el vicepresidente del club, Lázaro Albarracín, Resino se mostraba tajante al indicar que no necesita ninguna ayuda: "A mí nadie tiene porqué darme ningún respaldo".
Tras la comparecencia, el conjunto colchonero comenzó su entrenamiento en la fortaleza de los "blues", ante la atenta mirada de su presidente, Enrique Cerezo.
En cualquier caso, no corren buenos tiempos para el Atlético, que tan sólo ha conseguido arañar seis puntos en las siete primeras jornadas de Liga, un registro similar al de la temporada 1999/2000, cuando el equipo descendió a Segunda División. Además, es el equipo más goleado de primera, con 17 goles en contra, lo que demuestra que, un año más, la defensa sigue siendo el asunto pendiente de la formación madrileña. Tampoco su andadura en 'Champions' ha dado un respiro al técnico manchego, después de que el empate a cero en Chipre con el modesto APOEL de Nicosia y la derrota por 2-0 ante el Oporto hayan relegado a los colchoneros hasta la última posición del grupo D.
Por ello, el partido en Stamford Bridge se presenta como la primera final que el "míster" tendrá que superar para mantenerse en el banquillo de la ribera del Manzanares, ya que una nueva derrota complicaría seriamente las opciones de los madrileños en la máxima competición continental y les obligaría a ganar los tres partidos restantes de la fase de liguilla.