Todo este aluvión de globos sonda y rectificaciones ha sido, a juicio del editorialista de Prisa, " uno de los factores que más ha contribuido a extender entre los ciudadanos la sensación de improvisación y falta de rumbo ante la crisis económica".
El periódico afirma que bajar o subir los impuestos no es intrínsecamente de izquierdas o de derechas, pero cree que "están fuera de lugar los anuncios imprecisos e irreflexivos de subidas de impuestos" y muestra su sorpresa porque Zapatero confirmase en Italia y "en una surrealista conferencia de prensa con Berlusconi" su intención de subir los impuestos indirectos "cuando debió hacerlo el día anterior en el Parlamento, y no lo hizo".
Pero la crítica más demoledora está en el último párrafo, en el que El País llega a decir que el Gobierno está "encastillado en una rancia retórica que se olvida de la obligación central de la socialdemocracia de compatibilizar la gestión económica eficiente con el compromiso social, en vez de convertirlos en objetivos excluyentes".