Se trata de Antonia Raco, de 50 años y originaria de Francavilla in Sinni (sur de Italia). La mujer, que ya no podía moverse y se desplazaba en silla de ruedas, viajó a Lourdes el pasado mes de julio.
"Siempre he sido muy creyente y desde que era niña había deseado realizar un viaje a Lourdes", relató la mujer, que dijo haber oído una voz femenina y experimentar una extraña sensación de dolor tras introducirse en la piscina.
Sin embargo, la curación llegó algunos días después. "La noche del 5 de agosto, de vuelta a casa, sentí de nuevo esa voz. Estaba sentada en el sofá, me levanté y empecé a caminar", explicó.
El médico que suele tratarla, Adriano Chio, aseguró este martes que lo sucedido "no se puede explicar con los medios científicos de que disponemos". "En junio, la señora no podía moverse por sí misma. Sólo era capaz de levantarse y estar de pie. Ahora camina con normalidad. Nunca he visto algo semejante en un enfermo de esclerosis", atestiguó Chio en declaraciones recogidas por los medios locales.