El Ayuntamiento de Sevilla presiona a chabolistas para que se vayan de su término municipal

Al parecer, esa era la medida "institucional" que anunciaron. En otro famoso caso de asentamiento chabolista, el Ayuntamiento entregó 42.000 euros de dinero en efectivo metido en bolsas, a cada familia para una vivienda, método que no resolvió el problema y creó un problema legal de calado por discriminación de ciudadanos que pedían un piso legalmente y no se les ayudaba.

Cuenta ABC que las familias chabolistas de las Tres Mil Viviendas, un barrio marginal de Sevilla que tuvieron que huir ante las amenazas de clanes enemigos, fueron desalojados de los terrenos de la Autoridad Portuaria, tras haber sido desalojados de otros terrenos aledaños al casco urbano de Sevilla.

A los medios de comunicación se les impidió el paso hasta el lugar exacto donde estaba el poblado en donde primera hora de la mañana ya había policías e incluso una ambulancia que fue avisada para asistir a uno de los chabolistas que tiene problemas respiratorios. Para los chabolistas, se les está obligando a volver a sus casas de las Tres Mil Viviendas de donde huyeron para salvarse de las represalias y ataques.

Con furgonetas llenas de muebles y enseres, las familias que quedaron se asentaron bajo los puentes que conducen a San Juan de Aznalfarache. El alcalde de esta localidad, Juan Ramón Troncoso, avisó al Subdelegado del Gobierno para que impidiera cualquier asentamiento de estos chabolistas en su término municipal, en lo que parecía que el alcalde de Sevilla le "endiñaba el marrón", como se dice en Sevilla, a su alcalde vecino trasfiriendo el problema a su término municipal.

Terminaron —algunas, porque otras se apartaron del grupo— muy cerca de Tablada, bajo los puentes que conducen a San Juan en terrenos públicos del término de este municipio. Su alcalde, Juan Ramón Troncoso, declaró a ABC que había avisado al Subdelegado del Gobierno para que impidiera cualquier asentamiento en su municipio.

El origen de esta odisea chabolista está en dos clanes de las Tres Mil Viviendas. Uno de ellos, Los Caracoleños, tuvo que ver con la muerte de un menor del clan de Los Marianos. Desde entonces, los de este segundo huyeron de allí por temor a represalias después de estar en sus casas desde que en julio de 2004 —ahora dentro de unos días se cumplen cinco años— el Ayuntamiento de Sevilla les dio 42.000 euros a cambio de dejar sus chabolas de Los Bermejales en una parcela necesaria para promover viviendas.