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El PNV escenifica en el Congreso su ruptura con el PSOE tras las elecciones vascas

El ambiente en el Congreso ha cambiado, y mucho, tras los resultados del 1-M. Este miércoles, con el enfrentamiento entre Zapatero y Erkoreka, ha terminado de quedar claro que el PSOE deberá encontrar nuevos socios. Mientras los socialistas tratan de aparentar calma, el PP no oculta su euforia.

L D (Mercedes R. Martín) El encontronazo entre nacionalistas y socialistas llegó nada más comenzar la sesión. Apenas acababan de sentarse los diputados y finalizar el minuto de silencio por las víctimas del 11-M cuando Josu Erkoreka, el portavoz del PNV, atacó con inusitada dureza a José Luis Rodríguez Zapatero.

El nacionalista acusó al Gobierno de utilizar con fines electoralistas las ilegalizaciones de las listas de ETA, poniendo en cuestión, como han venido haciendo el resto de sus compañeros de filas, los resultados del pasado 1-M. Erkoreka, al preguntar al presidente sobre la separación de poderes, afirmó que las actuaciones contra Askatasuna y D3M escondían "la mano calculadora e interesada del Gobierno" con el fin de lograr sus objetivos en el País Vasco y en Galicia "lastrar" a sus rivales. "En Euskadi con notable éxito; en Galicia con estrepitoso fracaso", agregó.

"Algún ingenuo ciudadano podrá pensar que fueron producto de la casualidad, o quizá expresión genuina e ingenua del Estado de Derecho, pero en esta Cámara todos somos lo suficientemente mayores como para saber que estas cosas nunca ocurren por casualidad", apuntó Erkoreka, para quien sobre los comicios "pesará siempre la sospecha de que el Gobierno intentó instrumentalizar el Poder Judicial para ponerlo al servicio de sus expectativas electorales". Zapatero trató de aparentar calma tras el ataque del nacionalista y afirmó que en España la Justicia "actúa en función de la aplicación de la ley".

Tras el sonoro enfrentamiento en el Congreso, que eclipsó en los corrillos a los habituales rifirrafes entre el Gobierno y el PP, los cambios de alianzas en la Cámara se visualizaron también en los pasillos. Entre los nacionalistas predominaba el gesto serio; los socialistas, mientras, trataban de aparentar tranquilidad ante los tiempos que se avecinan.

En declaraciones a LD, el dirigente del PSE y también diputado en la Cámara Eduardo Madina se mostraba optimista. Tras admitir que parece “claro” que el PNV va a variar su posición en la Cámara, manifestó que el previsible cambio de alianzas puede ser “positivo”, también en Madrid, con cambios en el juego de alianzas, y para España en general porque mejoraría, dijo, la “vertebración” y “cohesión” del país al gobernar el PSOE en Cataluña y País Vasco. Sobre la posibilidad de que los hipotéticos acuerdos con el PP vasco se traduzcan en la Cámara, manifestó su esperanza de que así sea, aunque la responsabilidad la puso en el partido de Rajoy.

Frente a la incertidumbre que se vive en el PSOE y en el Gobierno y el enfado del PNV, en el PP la situación se ve, en principio, de manera bastante más sosegada. Este miércoles, los populares no podían ocultar su satisfacción tras el regreso, después de las elecciones, al trabajo en la Cámara.

Ante los cambios que se avecinan y la soledad del PSOE de la que ya se empieza a hablar, el PP aguarda un periodo de sesiones más favorable a sus intereses, con la vista puesta en el próximo reto electoral: las europeas. Soraya Sáenz de Santamaría no ha dudado en utilizar la victoria en Galicia para atacar a María Teresa Fernández de la Vega: un nuevo argumento que incorporar en sus ataques al Ejecutivo tras las semanas de campaña y de Operación Cacería. “Sé que me va a hablar de Madrid y Valencia pero vamos a hablar de Galicia”, dijo a la vicepresidenta en el hemiciclo.

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