L D (Europa Press) Fue su ex mujer la que le denunció a la Policía y declaró que ella misma había recibido amenazas en términos similares a los que aparecían en las misivas que el autor anónimo de las mismas hizo llegar al jefe del Estado y otros altos cargos acompañadas de una bala, bien de nueve milímetros, bien de 38 milímetros.
Sin embargo, los investigadores no han encontrado rastro ni de armas, ni de balas, ni ningún indicio material en el domicilio del detenido que haga suponer que se trata del autor de los anónimos, a pesar de que su personalidad podría corresponder al perfil de este tipo de infractor porque, según fuentes de la investigación citados por los medios galos, había enviado "insultos de todo tipo a sus familiares".
Pero este jueves al medio día, cuando se supo que un senador de la UMP y la Agencia France Press (AFP) recibieron nuevas cartas del mismo tipo, la pista del sospechoso de Montpellier perdió toda su fuerza. Así, al carecer de pruebas, sobre las 23.00 horas de ayer jueves, fue puesto en libertad sin cargos. La Fiscalía de París reconoció que no hay en este momento "elementos de prueba" contra el informático.