La Gades fenicia, la ciudad más antigua de Europa occidental, que data de más de 3.000 años, recibía a sus visitantes que llegaban desde el levante, el origen de la civilización, con un gran templo dedicado primero a Melqart y después, en época romana, a Hércules Gaditanus. Este edificio de grandes dimensiones es citado en numerosas crónicas de la Antigüedad y autores como Estrabón, Silio Itálico o Filóstrato y el propio Julio César lo visitó antes de la guerra contra Pompeyo que se decidió en la campiña cordobesa.
Por su localización siempre se había establecido que la ubicación del mismo estaba en el islote de Sancti Petri, entre Chiclana de la Frontera y San Fernando, al inicio del caño del mismo nombre que desemboca en la Bahía de Cádiz. Actualmente hay un pequeño castillo que se ha convertido en imagen icónica para el desarrollo turístico de esta zona. Sin embargo, distintas tesis arqueológicas cuestionaron esa localización por el tamaño del mismo y comenzaron a buscar en otra zona.
La última de estas posibles ubicaciones se presentó hace días en el Centro de Arqueología Subacuática del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. La investigación de Ricardo Belizón Aragón y de Antonio Sáez Romero, miembros del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, ha revelado la localización en la zona de Camposanto y de Sancti Petri de unas estructuras que cuentan con un gran interés arqueológico y patrimonial.
También han señalado que su descubrimiento revela la existencia de un entorno distinto al que hasta el momento se había establecido. El paisaje que podría tener la zona en la Antigüedad contaría "con la presencia de posibles espigones, edificios de gran tamaño e incluso de una posible dársena portuaria cerrada". Estos trabajos han sido realizados durante los últimos meses con un Sistema de Información Geográfica y la aplicación de métodos de teledetección (LIDAR).
En el programa En Casa de Herrero de esRadio el director del departamento de Historia y Arqueología de la US, Francisco Javier García Fernández, explicó que el hallazgo "es un lugar de primer orden por su aparición en las fuentes escritas en la Antigüedad" y destacó "la importancia que tuvo como espacio religioso pero también como marcador del final de la ecúmene o final del mundo conocido, su importancia histórica como lugar que visitó Aníbal o Julio César y que fue un auténtico lugar de peregrinación en la Antigüedad". Estos supuestos "avalan el interés patrimonial que transciende lo arqueológico y lo sitúa en un lugar de primer orden a nivel histórico y cultural para la cultura occidental".
El experto destacó que "ahora comienza la parte lenta de la investigación". Esto consistirá en contrastarlo "con datos arqueológicos de campo, prospecciones geofísicas y prospecciones subacuáticas que habrá que realizar en el momento adecuado porque esto se encuentra en una zona de corrientes, una zona con escasa visibilidad". "Contando con la financiación y los permisos oportunos la US y el Centro Andaluz de Arqueología Subacuática, las dos instituciones implicadas, podrían empezar a realizar estos trabajos en el próximo año", añadió.
Distintas investigaciones, un mismo objetivo
La polémica, sin embargo, está servida. Hace poco más de un año otra investigación en la misma zona estableció que la ubicación del templo de Hércules-Melqart estaba unos kilómetros más al oeste de lo que asegura la tesis de la Universidad de Sevilla.
El profesor del área de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Antonio Monterroso Checa, también descartó el islote de Sancti Petri y que por su "situación orográficamente más apropiada" tendría que estar en el llamado Cerro de los Mártires o isla meridional de San Fernando que está localizado dentro del área militar de Camposoto.
En esRadio los distintos expertos comentaron sus hallazgos defendiendo las distintas ubicaciones entre las que realmente distan pocos kilómetros. El profesor Monterroso Checa puso en duda el método que los investigadores de la US han utilizado para hallar los supuestos restos del templo de Hércules-Melqart, el llamado láser aéreo. Señaló que "un láser aéreo es una luz que atraviesa el agua pero no fija ningún punto topográfico en ella. Lo que hace el programa, el software, al unir los puntos más cercanos que tiene en esa ausencia es generar aberraciones o generar formas anómalas porque los puntos deben cerrarse"
"Lo que ha hecho el software al no tener puntos de agua es agarrarse a los puntos más cercanos en tierra interpolando anómalamente y eso ha generado una aberración que es lo que se ha entendido como templo de Hércules-Melkart", reiteró el profesor de arqueología de la Universidad de Córdoba.
Para Monterroso, responsable de la investigación que se realizó en el Cerro de los Mártires de San Fernando, "no hay absolutamente debate" porque según él los investigadores sevillanos han usado "la herramienta equivocada para buscar bajo agua y bajo fango". Cree que "la respuesta puede darla sencillamente el Instituto Geográfico Nacional y cualquier ingeniero y persona que trabaje en el mundo del láser aéreo: no funciona en agua".
Uno de los responsables de la investigación que ha lanzado la nueva tesis sobre la ubicación del templo de Hércules-Melqart, Ricardo Belizón, contestó al arqueólogo de la Universidad de Córdoba. "No queremos entrar en polémicas con ningún compañero", apuntó. "Él tiene un proyecto en el Cerro de los Mártires, como a 2 kilómetros de Sancti Petri, y mantiene que el templo está allí. Nosotros mantenemos que está en el Caño de Sancti Petri. No el tempo. Nosotros lo que hemos detectado es un conjunto de estructuras que sea una estructura cultuales o portuarias".
"Allí en Sancti Petri no lo damos como hipótesis no sólo por lo que muestra el modelo sino por las continuas apariciones o hallazgos fortuitos de esculturas de emperadores divinizados, de esculturas de bronce o estatuillas de bronce datadas en el siglo noveno A.C.", explicó Belizón. Para el experto "es sólo nuestra propuesta a partir de los datos del Instituto Geográfico Nacional sino una especie de punto caliente donde hay estatuaria, muros documentados por las intervenciones del Centro de Arqueología Subacuática y son varios hitos que atándolos nos da por pensar que sí que hay una zona de culto".
Para uno de los responsables de la investigación "en un principio tanto aquí en Sancti Petri como al norte, a 2 kilómetros, hemos detectado un conjunto de estructuras de unos 700 x 300 metros donde cabría dentro de este espacio la ciudad romana de Baelo Claudia".
Habrá que esperar para saber qué deparan las futuras prospecciones en las distintas ubicaciones para determinar la localización exacta del gran templo de la Antigüedad en la provincia de Cádiz.