Colabora

Teresa Rodríguez desvela cómo Podemos fraguó un plan para desacreditarla

Como consecuencia, la Intervención del Parlamento la señaló por usar irregularmente 20.000 euros en dietas.

La portavoz de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez. | Europa Press

Lo ha hecho abiertamente en un artículo titulado "Las cartas de tu ex", publicado en el digital El diario.es. En ella una dolorida Teresa Rodríguez, que se queja de haber sido víctima de una venganza de su ex político, Unidas Podemos, acusa al partido, ahora en manos de de Yolanda Díaz, de haber urdido una operación para que la Intervención del Parlamento andaluz la señalara como autora de un mal uso de 20.000 euros, usando las dietas por desplazamiento de los diputados de Adelante Andalucía en alquiler de pisos.

Lo dice de este modo: "Lo único que ha ocurrido es que a la Intervención del Parlamento le resultó extraña la imputación del gasto y planteó dudas al grupo parlamentario sobre este proceder y lo hizo confidencialmente en junio, cuando envía a cada grupo el Informe de Fiscalización previa una vez auditada la contabilidad del ejercicio anterior, en ese caso 2020, donde se recogen las cuestiones que necesitan ser aclaradas, justificadas o documentadas."

En vez de gastar los 20.000 euros de las dietas por gastos de desplazamiento a Sevilla en habitaciones de hotel, los gastaron el alquiler de dos pisos para el uso de sus ocho diputados no adscritos, que son los que fueron expulsados del grupo parlamentario que ahora dominan IU y Unidas Podemos.

Y añade: "¿Qué pasó? Que quien recibió el reparo previo de la Intervención fue el actual grupo Unidas Podemos, nuestros excompañeros, y estos, en lugar de ponerse en contacto con nosotros, dejaron pasar los plazos hasta que el reparo acabara en un requerimiento final plasmado en un informe que posteriormente filtraron a la prensa".

Rodríguez acusa muy particularmente a su excompañera de partido, Martina Velarde, secretaria general de Unidas Podemos en Andalucía y diputada nacional por Córdoba a la que compara con un ex que recibe una carta de Hacienda "para ti y la guarda en un cajón para dejar pasar los plazos y jugártela. Es muy feo".

Y más fea aún la justificación. "Martina Velarde, mi paisana (también es de Rota y su ex amiga), dijo el viernes en rueda de prensa que si te llega una carta de un vecino no vas a buscarlo para dársela, sino que la devuelves a correos. Joder, incluso si tu vecino vive al otro lado del patio, incluso si tu vecino resulta que era tu compañero de batallas, ¡tu paisano! Y si la carta es de Hacienda…".

El caso es que la ocultación de la advertencia de la Intervención parlamentaria fue filtrada a la prensa andaluza y en "un buen puñado de titulares" se decía que habíamos estado pagando irregularmente alquileres de los diputados por unas cantidades que también cobrábamos como dietas. No teníamos ni puñetera idea de a qué se referían porque nadie nos había comunicado absolutamente nada oficial ni oficiosamente." O sea, que "yo supuestamente me había quedado con 20.000 o algo así."

Además, en la Mesa del Parlamento, "todos los partidos menos nosotros", en "otra cabronada", —la presidenta es Marta Bosquet, de Ciudadanos, a la que no cita, pero a la que acusa de no ser ecuánime—, se cargan las tintas y "piden el reintegro" del dinero de las dietas, según ellos mal utilizadas, "para deslegitimarnos y que no volvamos a abrir el pico con el temita de las dietas."

Su lamento es, además, lastimero porque ella y sus anticapis, desde la época de su pertenencia a Podemos, llevan años denunciando el asunto de las dietas parlamentarias. Y lo explica: "Lo de las dietas en el Parlamento es que es una vergüenza infame, no me canso de decirlo: nos pagan a los diputados del Parlamento dietas que van entre 800 y 2.500 euros al mes, sin tributar, para pagar gastos que no tenemos que justificar con un triste ticket, además de nuestro salario".

"Pero estas dietas se pagan los meses de vacaciones, durante las bajas por enfermedad, los permisos de maternidad o, por ejemplo, durante el confinamiento, cuando las reuniones eran todas online. Nos pagan, además, más por kilómetro de carretera que a un funcionario de la Junta, como si la gasolina nos costara más cara. Como esto nos ha parecido siempre la vergüenza infame que es, hemos dado mucho la lata con eso".

Y luego están los complementos "para los miembros de la mesa de comisiones fantasma que no se han reunido ni una sola vez y se embolsan 6.000 pavos extras al año, con las cesantías que cobran los diputados al irse incluso si les espera un trabajo fuera, con la falta de control absoluto sobre el trabajo de representación de Andalucía de los senadores y senadoras que elegimos en el Parlamento, porque el Senado es ese lugar en el que pagar lealtades, silencios o jubilaciones".

Según Teresa Rodríguez, lo que les ha pasado es, paradójicamente, consecuencia de haber querido ser austeros. "En lugar de vivir en hoteles durante nuestras estancias en Sevilla, como hacen otros, íbamos a alquilar dos pisos para compartir los ocho diputados que pernoctan regularmente en la ciudad por motivos de trabajo, cuatro en cada piso. Con lo que le huelen los pies a un diputado, con la edad que ya vamos teniendo, compartiendo piso porque no nos gustaba la idea de vivir en un hotel. Aunque nos lo pagara el Parlamento".

"Al contribuyente no le salía más caro que operáramos de esta manera porque tanto las asignaciones como las dietas son cantidades fijas. De hecho, los grupos parlamentarios normalmente ingresan todo directamente al Partido, donde se pierde la pista del dinero, y luego en las cuentas del partido el dinero va a lo donde le dé la gana a su dirección, sean sedes, mítines, cocaína o puticlubs", ha precisado. Y el reglamento de la Cámara no especifica procedimiento alguno.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario