En Andalucía se está viviendo uno de los incendios más pavorosos y peligrosos de los últimos años, quizá décadas. Según la Junta, está siendo un incendio nunca visto antes en España y lo considera un incendio de la "sexta generación" con características alarmantes derivadas del cambio climático. Pero las evidencias señalan a que ha sido un incendio provocado, a pesar de los esfuerzos de algunos por considerarlo consecuencia del calentamiento global.
Se considera un incendio de "sexta generación", en el marco de la teoría del cambio climático, a un superincendio que crece a causa de problemas de gestión forestal y del territorio. Según sus partidarios, estos incendios son muy virulentos, difíciles de controlar y vinculados al cambio climático.
Son incendios casi imposibles de apagar sean cuales sean los medios de extinción. Según los defensores de esta tesis, Portugal, Chile, Australia o California ya han vivido incendios de sexta generación.
Sin embargo, la Fiscalía General del Estado informó ayer que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y los agentes forestales le habían comunicado que había varios "focos iniciales" en el incendio de Sierra Bermeja (Málaga), que afecta ya a más de 7.780 hectáreas.
De hecho la Guardia Civil concreta que los focos fueron "originados de forma prácticamente simultánea y cercanos a sendos puntos de una carretera poco transitada, con posibilidad de estacionamiento de vehículos, que pueden apuntar a una etiología intencional". La Fiscalía, sin embargo, considera que tal informe no es suficiente para determinar una autoría voluntaria del fuego.
No ha sido un incendio más. En su comunicado, la Fiscalía General del Estado recuerda que ha costado la vida de una persona de los equipos de extinción y dos heridos, además de la destrucción casi total "de una zona de gran riqueza ambiental, afectando hasta la fecha hasta tres espacios naturales protegidos -ZEC de la Sierra Bermeja y Real, ZEC del Valle del Río Genal y Paraje Natural de Los Reales de Sierra Bermeja".
La superficie afectada supera las 7.780 hectáreas y, además, se ha obligado a desalojar de sus viviendas a más de mil ciudadanos de diferentes municipios, causando graves daños a su paso. Por si fuera poco, un helicóptero tuvo ayer un accidente cuando asistía a quienes luchaban contra la extensión de las llamas.
Por ello, saber si ha sido intencionado o no es muy importante desde el punto de vista judicial y administrativo. Por el momento, "la existencia de varios focos iniciales del mismo, originados de forma prácticamente simultánea y cercanos a sendos puntos de una carretera poco transitada, con posibilidad de estacionamiento de vehículos" apuntan a una clara intencionalidad.
Ha sido muy compleja y ardua la labor de investigación del origen del fuego teniendo en cuenta que era prioritaria, como es natural, la extinción del incendio. Por ello, la Fiscalía General del Estado ha decidido proseguir las averiguaciones.
Ya se han incoado diligencias por el Equipo del Seprona de Málaga (diligencias iniciales del Puesto de la Guardia Civil de Gaucín, ampliatorias del Equipo de Investigación del Seprona de Málaga, según Europa Press) de las que entiende el Juzgado de Instrucción de Guardia de Ronda".
La tesis del cambio climático
A pesar de los fuertes indicios de que el fuego ha sido provocado, los partidarios de aplicar la teoría del cambio climático a todo consideran que la creciente vegetación que muere por causa de ese cambio, se convierte en material combustible y que ello ha sido una de las causas que ha dificultado la lucha contra el incendio forestal de Sierra Bermeja (Málaga).
El catedrático de Geografía Física, José Damián Ruiz Sinoga de la Universidad de Málaga cree que a la complejidad orográfica y las especiales condiciones meteorológicas del fuego que asola aún la zona hay que sumar "las secuelas del calentamiento global".
Según su explicación, que recoge Diario de Sevilla, el cambio climático hace que los suelos entren en punto de marchitez antes de tiempo: "Si antes entraban en junio, ahora lo hacen en mayo". Por ello, esos suelos no proveen de agua a la vegetación, que muere y se convierte en combustible adicional en el monte.
Igualmente, el director de la Cátedra de Cambio Climático de la Universidad de Málaga, Enrique Salvo Tierra, explicó que este incendio ha tenido dos puntos "claves": la formación de pirocúmulos (nubes de humo que pueden contener partículas de fuego) y el combustible vegetal, a lo que se añade la orografía de la zona, valles abruptos y cerrados y pendientes elevadas.
Su conclusión es que las cenizas pueden llegar hasta el mar de Alborán, que es preciso acentuar las políticas de combate del discutido cambio climático y que "los suelos calcinados no sean objeto de una especulación urbanística".