Fue en 2010 cuando Libertad Digital informó de la presencia de Carmen Ibanco en los listados del personal contratado de la Fundación Andaluza del Fondo de Formación para el Empleo (FAFFE). Era un caso más del presunto enchufismo generalizado de la Fundación, pero ella era la esposa de Juan Espadas, ex consejero de la Junta de Andalucía y candidato socialista a la alcaldía de Sevilla.
Ahora, como se esperaba y se había anunciado, la Comisión de Investigación del Parlamento andaluz que quiere desentrañar los secretos de una Fundación acusada por todos como nido de enchufismo socialista durante una década, ha fijado la fecha de su comparecencia el próximo viernes a las 11.30 de la mañana.
Naturalmente, el caso adquiere ahora mayor relevancia, no por la señora Ibanco en sí misma sino porque, al ser la esposa de Juan Espadas, es la mujer del candidato socialista a la presidencia de la Junta en las próximas elecciones andaluzas que tanto PP como Cs se empeñan en asegurar que se celebrarán a finales de 2022.
Esta comparecencia —si es que se celebra porque bastantes socialistas citados por la Comisión o no han acudido a la cita o se han negado declarar o han ido y no han admitido preguntas o han dado la espantá por respuesta, como fue el caso, entre otros, del propio Manuel Chaves, expresidente de la Junta—, aviva el nerviosismo prelectoral que se ha apoderado de los políticos andaluces después de la presencia de Pedro Sánchez en Jaén y de sus críticas abiertas a Juan Manuel Moreno en presencia, por cierto, de Juan Espadas.
En realidad, la comparecencia de Ibanco y de otros colocados en FAFFE estaba decidida por la Comisión desde hace mucho tiempo por lo que su concreción en el tiempo no puede considerar indicativo de un clima preelectoral. Lo que ha sido realmente nuevo es la postura de Pedro Sánchez que, durante dos años, ha guardado las distancias con el nuevo gobierno andaluz y que, súbitamente, abrió el fuego.
Téngase en cuenta que el pasado sábado 4 de septiembre, escoltado Por Juan Espadas, María Jesús Montero, Luis Planas e incluso Ximo Puig, Pedro Sánchez acusó a Juan Manuel Moreno de no gestionar bien los 1.000 millones de euros concedidos a Andalucía para salvar empresas, destacando que la Junta sólo había ejecutado 50 de esos millones. Tales afirmaciones y sus contantes apariciones públicas desde finales de agosto, han suscitado dudas acerca de quién está interesado en adelantar las elecciones, sean andaluzas o sean generales.
El caso FAFFE y Carmen Ibanco
Para hacernos una idea de la viscosidad del caso FAFFE, debe recordarse que hay un sumario abierto en el juzgado de los macrocasos de corrupción sobre la Fundación, lo que añade una veta judicial a su estructura y en el que se investigan numerosas irregularidades, no sólo su determinación enchufista a familiares, ex altos cargos y amigos del PSOE.
Por ejemplo, el juzgado de instrucción número 6 de Sevilla es quien instruye el famoso caso de las tarjetas sex-black, como se llama a las que se usaron para el pago en conocidos lupanares andaluces de festejos al que asistieron altos cargos de la Fundación. Que un dinero presupuestado para aliviar el endémico paro andaluz se usase en tales menesteres fue origen de un gran escándalo político.
Carmen Ibanco fue una de las beneficiadas del "decretazo" del expresidente socialista José Antonio Griñán—Decreto Ley de Reordenación del Sector Público— que impuso el Gobierno andaluz para reconvertir a los colocados en los entes de la administración paralela en empleados públicos de la Junta de Andalucía.
La Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE) era un ente privado que la Administración autonómica utilizaba para tener trabajadores "externos" sin que éstos tuvieran que ser funcionarios. De hecho, la fundación no formaba parte en sí del sector público y se rige por el derecho privado. Pero ésta, merced al nuevo decreto, va a pasar a integrarse en la Administración para englobarse en la nueva Agencia del SAE, que tendrá régimen especial y que absorberá a todo el personal de la FAFFE, asumiendo las prerrogativas de los contratos que tiene la fundación.
Ibanco fue contratada por la FAFFE en 2007 cuando Juan Espadas ya era viceconsejero de Medio Ambiente. Según ABC está muy ligada a la nueva gerente, la almeriense Alejandra Rueda, que la colocó en su área cuando el pasado abril llegó al SAE junto al nuevo consejero de Empleo, el también almeriense Manuel Recio.
La contratación de Ibanco ha sido contada de otra manera muy curiosa y singular porque ningún otro contratado por la FAFFE lo ha hecho. Contó El Mundo en noviembre de 2019 que la esposa del todavía alcalde hispalense entró en la FAFFE en febrero de 2007, después de enviar su currículo en respuesta a un anuncio publicado en el diario El País por el que, aparentemente, había tenido conocimiento de la oferta de trabajo.
Ibanco, según la versión de El Mundo, remitió su currículo al director de Recursos Humanos el 24 de enero de 2007 y el 1 de febrero el máximo responsable de la FAFFE, Fernando Villén, el que usó las tarjetas sex-black, firmó su contratación como técnico de proyecto con un sueldo de casi 1.800 euros brutos mensuales.
Para contratarla, señala el informe final de aquel proceso de selección, se tuvo en cuenta que poseía "amplios" conocimientos experiencia en programas de empleo, "así como una alta disponibilidad y motivación para el desempeño de las funciones del puesto".
Sin embargo, Juan Espadas dijo en 2010 que "ella es licenciada en Psicología, tiene varios masters y está muy preparada. Desde el primer momento dirigió su carrera profesional a la Psicología Social y a la orientación y formación laboral, siendo siempre una técnico de nivel básico, nunca directiva ni nada de eso. Estuvo trabajando en programas de orientación al empleo del INEM y también en la Cámara de Comercio de Sevilla.
Y siguió Espadas: "Entonces, en 2007, surgió una oferta pública, a la que cualquiera tiene acceso porque salió en las páginas de bolsa de empleo de la FAFFE, se presentó, hizo su entrevista y la escogieron. Así, empezó a trabajar en el SAE, pero siempre con un nivel básico, era "grupo E" y ahora es "grupo D", cobra 1.500 euros al mes, vamos, y no tiene ningún puesto de responsabilidad, ella es una más".
Ibanco accedió al puesto de trabajo en el SAE cuando el jerezano, Antonio Fernández —condenado en el caso político de los ERE e imputado en muchos otros— era el consejero de Empleo.
Nada se habló de su paso por la empresa SERVICIOS PROFESIONALES DE PROXIMIDAD ASISTENCIA DOMICILIARIA SL, con sede en Dos Hermanas, cuyo objeto era "Trabajos de construcción de nueva planta así como reparación y conservación de todo tipo de edificaciones. Trabajos de albañilería, fontanería, electricidad, carpintería y herrería. Comercio de materiales de construcción, electricidad, fontanería, ferretería y pintura. Aplicación de pinturas". Nada que ver con el empleo ni la orientación profesional.
La empresa comenzó sus actividades en 2002 y Carmen Ibanco se incorporó a la misma en calidad de Administradora el 26 de febrero de 2002. Dimitió de su cargo el 15 de diciembre de 2008, por lo que simultaneó su empleo en la Fundación FAFFE con su presencia en esta empresa.
Horas antes que Ibanco, que figura en la lista denunciada por el Sindicato Andaluz de Funcionarios como colocados en la FAFFE, declarará el mismo viernes ante la Comisión de Investigación otra ex trabajadora de la FAFFE, María José Rofa, que adquirió gran importancia al colaborar con la Fiscalía y la juez Alaya para desentrañar lo ocurrido en la FAFFE y en otros rubios asuntos de la Conserjería de Empleo. Rofa fue asesora técnica de la Dirección General de Trabajo entre julio de 2008 y marzo de 2011.