Numerosos exmilitantes cercanos al movimiento liderado por el alcalde de la localidad sevillana de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, se han alineado con una extrabajadora del consistorio que fue despedida en el verano de 2020 al solicitar sus vacaciones y un permiso para asistir al parto de alto riesgo de su hija en Italia.
Según recoge Diario de Sevilla la trabajadora, Conchi Gómez, es afiliada a la CGT y fue una de la impulsoras de una huelga en dicha localidad debido a las condiciones de trabajo a las que estaban sujetas las auxiliares de ayuda a domicilio del Ayuntamiento de Marinaleda después de 23 años. Unas condiciones entre las que estaba, por ejemplo, que no podían disfrutar de vacaciones. CGT ha señalado también que el procedimiento de despido está "plagado de irregularidades".
En el escrito que han firmado contra el alcalde comunista destacan "la soberbia y la prepotencia del equipo del gobierno" y que están convencidos que detrás del despido está el haber reclamado el derecho a las vacaciones. También recuerdan que la trabajadora despedida estaba vinculada a la lucha sindical en el campo andaluz y que el gobierno de Sánchez Gordillo "no consiente que nadie cuestione su poder: reclama derechos fuera, pero no los concede dentro de Marinaleda".
Desde el consistorio y las organizaciones que lo sostienen, el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) y el Sindicato de Obreros del Campo (SOC), han contraatacado asegurando que el despido de Conchi Gómez por motivos políticos es falso y que hay una "campaña" para derribar al gobierno de Marinaleda.
Las vacaciones, cosa de burgueses
La trabajadora despedida ha declarado en el diario ABC que ha denunciado al Ayuntamiento de Marinaleda para que se declare nulo el despido. Conchi Gómez cree que es una "represalia" del alcalde comunista Sánchez Gordillo por cogerse vacaciones y abandonar el SOC por la CGT. Advierte que su despido es una manera de evitar que "el resto de mis compañeras y la gente del pueblo sepa que no puede hacer lo que quieras".
Conchi Gómez también ha relatado como durante una reunión con Sánchez Gordillo, en la que se trató la petición de vacaciones por parte de las trabajadoras de la plantilla del Ayuntamiento de Marinaleda, el alcalde dijo que en su pueblo "no hay cultura de vacaciones" y que "eso es cosa de burgueses".