Cádiz es una de las ciudades españolas con más horas de sol al año, unas 3.316 según un estudio. Muchos de sus vecinos aprovechan los largos kilómetros de playas de sus costas para disfrutar del astro rey aunque en los últimos tiempos han proliferado las piscinas tanto en las casas del centro histórico como en el resto de la ciudad.
Sin embargo, al consistorio de la capital gaditana que gobierna José María González ‘Kichi’ parece que no le gusta que los vecinos construyan piscinas en sus edificios y menos en las azoteas. La concejalía de Urbanismo de la ciudad está preparando una nueva regulación sobre esta cuestión debido a que durante el último año han crecido los proyectos que estudia la Comisión de Patrimonio en los que se cuenta con piscina.
Cuenta Diario de Cádiz que lo que busca el Ayuntamiento de Cádiz es dejar únicamente a los establecimientos hoteleros con la posibilidad de construir piscinas y que se queden fuera de esta regulación tanto los apartamentos turísticos, las pensiones, los hostales y las viviendas particulares. El gobierno de ‘Kichi’ tampoco descarta imponer una tasa a los que ya han construido una piscina o esté en construcción antes de que entre en vigor la norma.
En el Ayuntamiento achacan la prohibición de construir piscinas en las azoteas a cuestiones medioambientales debido a la sequía, al ahorro energético que supondría y a las molestias a las viviendas colindante. Este veto también podría afectar a piscinas portátiles que tengan una altura máxima de 1,20 metros.
En Diario de Cádiz el responsable de Urbanismo del consistorio, Martín Vila, también critica que "las piscinas como tal no son a priori un elemento propio de idiosincrasia de la casa gaditana" y recuerda que Cádiz cuenta con 8 kilómetros de playas.