Los resultados electorales de ayer en la Comunidad de Madrid, que han supuesto un desastre político para Pedro Sánchez y su equipo de asesores, ya ha tenido la primera consecuencia en Andalucía. Tras unos tiempos de acoso a la todavía secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, acaba de reaccionar convocando para mañana jueves a la Comisión Ejecutiva Regional para decidir sobre la celebración de unas elecciones primarias que el sanchismo exige para la elección de una nueva dirección y un nuevo candidato socialistas para Andalucía.
Desde hace meses, Susana Díaz ha visto como afloraban nombres y más nombres de posibles candidatos a desplazarla de la dirección del PSOE andaluz y cómo cargos y más cargos exigían la celebración inmediata de primarias en Andalucía. Al fondo del cuadro, la posible anticipación de las elecciones andaluzas por parte de Juan Manuel Moreno y la necesidad de disponer de un nuevo cartel electoral. En primer plano, la necesidad de Pedro Sánchez de ultimar su estrategia anti Susana Díaz decidida desde 2016.
La diferencia entre ambos bandos es esencial. Los sanchistas quieren celebrar las primarias cuanto antes para que un nuevo equipo pueda recuperar la Junta de Andalucía para el PSOE apartando a quien la perdió, Susana Díaz. Los susanistas, que controlan aún buena parte del aparato organizativo, quieren posponerlas hasta final de año para consumar su estrategia de conseguir apoyos para impedir la defenestración de la lideresa de Triana.
Que el tema haya sido incluido en el orden del día de la Ejecutiva socialista andaluza no es baladí puesto que, por una parte, corta de raíz el pronunciamiento sucesivo de órganos locales o provinciales sobre el tema que causaban un deterioro de la imagen de Susana Díaz.
Por otra parte, la Ejecutiva regional, que dirige Susana Díaz, es la única que podría decidir con normalidad la celebración de elecciones primarias en caso de que estuviese gobernando la Junta de Andalucía, que no es el caso. De hecho, en los Estatutos socialistas cabe una decisión unilateral de Ferraz que convoque o no elecciones primarias pudiendo incluso designar un candidato sin elección por parte de las bases.
En el artículo 226, Excepciones, se dice con claridad que "en aquellos supuestos en los que las instituciones referidas en el artículo anterior estén gobernadas por el PSOE y quien ejerza la Presidencia o Alcaldía sea socialista y opte a la reelección, solo se procederá a la celebración de elecciones primarias…en el caso de las candidaturas a la presidencia de comunidades autónomas, cuando lo acuerde el respectivo comité autonómico o así lo soliciten la mayoría de sus miembros o más del 40% de la militancia y la afiliación directa del ámbito territorial correspondiente".
Pero igualmente dice que la Comisión Ejecutiva Federal, que dirige Pedro Sánchez, "podrá autorizar, de oficio o previa petición expresa de la Comisión Ejecutiva regional o de nacionalidad correspondiente, la celebración de primarias abiertas a la ciudadanía en el ámbito de las Comunidades Autónomas".
Y añade que "la Comisión Federal de Listas, a requerimiento de la Comisión Ejecutiva Federal, oída o a solicitud de la Comisión Ejecutiva regional o de nacionalidad, cuando las circunstancias políticas lo aconsejen o el interés general del partido lo exija, podrá suspender la celebración de primarias (incluso si ya estuvieran convocadas) en determinados ámbitos territoriales y acordar la designación directa, sin procedimiento de primarias, de una persona como candidato/a cabeza de lista a las elecciones autonómicas, a las Juntas Generales, a los Cabildos Insulares o a las municipales".
En cualquier caso, si la Ejecutiva que controla Susana Díaz se pronuncia contra la celebración de primarias en este momento en Andalucía, Pedro Sánchez tendrá que decidir si desautoriza abiertamente a Susana Díaz y las convoca o incluso decide directamente quién será el candidato del PSOE a las futuras elecciones andaluzas, que será también previsiblemente secretario general.
Hasta el momento, Susana Díaz ha negado la necesidad de la celebración de primarias porque Juan Manuel Moreno ha insistido en su voluntad de acabar la legislatura hasta 2022. No obstante, desde ayer, tanto el hundimiento del sanchismo en Madrid como la desaparición de Ciudadanos, cuyas expectativas electorales en Andalucía son muy pequeñas, pueden condicionar el futuro político andaluz y provocar un adelanto electoral.