Se abre la semana vital andaluza con nuevas restricciones municipalizadas en la circulación de personas y mercancías (actividades no esenciales hasta las 18 horas), cierre perimetral en más de 200 municipios e imposibilidad de ir de una provincia a otra salvo contadas excepciones. Políticamente, la semana comienza con una encuesta de ABC, que arroja resultados similares, en la práctica, que las otras que la anteceden. Puede consolidarse el nuevo gobierno andaluz y la izquierda no suma para formar gobierno.
En la encuesta de la sevillana Dataestudios que publica hoy el veterano diario andaluz, sería de nuevo el PP el partido ganador de las elecciones de celebrarse en estos momentos, pero como en 2012, cuando ganó ampliamente Javier Arenas, dependería de otros para poder gobernar, en este caso y de nuevo, de Vox y de Ciudadanos, por ese orden.
El PP de Juan Manuel Moreno obtendría mejores resultados que en 2018. El PP ganaría 5,5 puntos y 8 escaños (pasando de 26 a 34 diputados) pero para llegar a los 55 escaños precisos para gobernar, tendría que apoyarse en Vox y Ciudadanos.
Vox, de manera sorprendente, porque a nivel nacional parece estancado, subiría nada menos que 4,9 puntos en intención de voto y pasaría de 12 a 19 diputados convirtiéndose de ese modo en la tercera fuerza política muy por encima de Ciudadanos.
El partido de Juan Marín, como en el resto de España, baja posiciones pero lo hace de un modo menos traumático. De hecho, pasaría, de haber elecciones ahora, de los 21 escaños a 11, perdiendo 10, pero curiosamente la bajada le proporciona una importante situación estratégica porque podría apoyar al gobierno de Juan Manuel Moreno o a un gobierno del PSOE, como veremos enseguida, a pesar de su dificultad.
El PSOE de Susana Diaz, que además es la líder peor valorada de todos, no remonta su situación. Baja 2,7 puntos en intención de voto y 3 escaños, pasando de 33 a 30 con lo cual ni sumando los diputados obtenidos por la izquierda comunista en su conjunto —los 13 que lograrían comunistas y podemitas más los 2 que podría lograr Teresa Rodríguez y su Adelante Andalucía—, sumarían 45, muy lejos de los 55 necesarios.
Políticamente, el más beneficiado por la encuesta es Ciudadanos si deja de perder apoyos, único partido que podría optar por gobiernos distintos y partido necesario para todos, tanto para el PP como para el PSOE si es que el bloque de izquierdas no sigue bajando. De todos modos, en el extraño caso de que apoyase un gobierno socialista debería convivir con la izquierda comunista andaluza, algo que no parece posible sin graves desperfectos internos.
Naturalmente, la deducción elemental es que podría haber un nuevo gobierno tripartito presidido por Juan Manuel Moreno que pasaría de tener el apoyo de 59 diputados a tener el apoyo de 60, un ligero aumento con aprobado político. Sin embargo, el peso de Vox sería decisivo porque sería el segundo partido del gobierno y el tercero de la Cámara.
Por el lado de la izquierda, la sorpresa reside en que Podemos e Izquierda Unida no han logrado borrar del mapa político a una Teresa Rodríguez que logra 2 parlamentarios.
De la encuesta de Dataestudios puede deducirse que los votos perdidos por Ciudadanos han ido a parar mayoritariamente al PP y en menor medida al PSOE y que los votantes socialistas no ven con muy malos ojos la labor del actual gobierno.
También es destacable la contradicción de los votantes socialistas en lo que se refiere a Susana Díaz. Por una parte, la castigan como responsable de la oposición en intención de voto y en valoración personal (es menos valorada que María Jesús Montero, actual ministra de Hacienda), pero, sin embargo, la prefieren como candidata antes que a Montero o Juan Espadas, por ejemplo.