Sigue la potra de Juan Manuel Moreno que, a este paso, debe estar atento a los premios gordos de la Lotería política, por si le tocan. Tras un segundo aniversario del "cambio" en Andalucía repleto de elogios, beneplácitos y reverencias, su compañero vicepresidente de la Junta, Juan Marín, dejó caer este jueves la posibilidad de una concurrencia al alimón PP-Cs en las próximas elecciones previstas para 2022, pero vaya usted a saber. Si sólo será en Andalucía, se verá pronto.
¿Qué significa en estos momentos una concurrencia al alimón? Pues no lo aclaró este jueves Marín, que lo dijo, no se menosprecie, delante de su antiguo jefe nacional, Albert Rivera, en los desayunos de Europa Press Andalucía celebrados en Málaga. Y, ojo, con el patrocinio de Unicaja. Pero, claro, si se dice que "somos un solo gobierno y cuando lleguen las elecciones seremos dos partidos sin descartar ninguna opción", no cabe otra cosa que la coalición electoral.
Porque, ¿cómo pueden concurrir dos partidos a las elecciones andaluzas? Pues o juntos en una coalición o por separado. No cabe la fusión si se quiere mantener la estructura de los dos partidos. Así que sólo queda la coalición como elemento posible en el horizonte político, a lo que ha contribuido mucho la evidencia del declive electoral de Ciudadanos y el ascenso inequívoco de Vox.
Para los aficionados a la geometría política, Ciudadanos acoge y bendice en el centro político al PP de Moreno que impulsa la posición centrista del PP de Pablo Casado para crecer por su izquierda. Con ello, Pedro Sánchez se extrema en la izquierda y el separatismo quedando a su merced y Vox se planta de lleno en la defensa de la derecha nacional y conservadora de toda la vida.
Marín manda un mensaje a su propio partido, con una crisis interna que se conoce poco pero que tiene que ver con su enemistad con el antiguo mandamás de la organización nacional, Fran Herviás, alias El Lobo. La misiva contiene el mensaje de que el futuro, para seguir existiendo y disfrutando de cargo público, es la coalición con el PP y que esa operación la va a administrar Juan Marín.
Pero más importante es el mensaje político nacional. De una parte, se le manda un recado a Inés Arrimadas –lo hizo el propio Rivera explicando que eso de la equidistancia entre PSOE y Podemos y el PP es un mal cuento–, o, lo que es lo mismo, la estrategia de moderar a un PSOE echado al monte del izquierdismo y el separatismo no sólo es inútil, sino que es suicida.
En el acto, Elías Bendodo que pilota el carro de fuego que quiere llevar al cielo político al PP de Juan Manuel Moreno. Pero con él, dos consejeros de Ciudadanos de peso específico relevante que son afines a un entendimiento mayor con el PP, Javier Imbroda y Rocío Blanco, que conocen bien cómo es de frondosa la tela de araña socialista que todavía se cierne sobre Andalucía.
"Hemos sido capaces de hacer un solo gobierno en Andalucía y cuando lleguen las elecciones seremos dos partidos políticos, que hemos compartido cuatro años y que nos presentaremos a las elecciones, cada uno como considere, sin descartar ninguna opción", dijo Marín en el acto. Es más, abundó: "Si los andaluces quieren en Andalucía un gobierno que siga cuatro años más y que en ese gobierno estén el PP y Ciudadanos se valorará en su momento y se decidirá lo que haya que decidir, pero hay mucho de compromiso personal".
Y añadió que este gobierno del cambio, que reconoce que Vox no sólo no ha torpedeado, sino que ha ayudado, "ha venido para quedarse muchos años" y se ha reivindicado como "el modelo diferente; nos hemos convertido en esa alternativa en dos años a un Gobierno de España, que va en la dirección contraria a la que nosotros creemos que hay que poner en marcha para que los ciudadanos vivan de una forma mejor".
Marín se refirió a unas encuestas que no le son propicias aunque no son desastrosas... todavía. Por causa del declive nacional de Rivera y Arrimadas y su estrategia, Ciudadanos perdería en Andalucía casi la mitad de votos y escaños siendo superado probablemente por Vox. Marín no las cree y espera que el efecto "gobierno del cambio" finalmente les suponga un cierto respiro electoral. Pero, claro, insinuar una coalición con el PP ofrece la lectura contraria: un miedo notable a concurrir en solitario que podría costar demasiado caro tanto al PP como a Cs porque todo futuro quedaría en manos de Vox.
Incluso aportó el vicepresidente de Juan Manuel Moreno el quid de la futura campaña electoral: Andalucía es el "muro de contención a las políticas no de la señora Díaz, sino del señor Sánchez e Iglesias… No estamos dispuestos en Andalucía a que Otegi y Rufián nos marquen el destino de nuestra tierra porque Sánchez quiera conservar el sillón de la Moncloa" anotando el matiz andalucista que puede reventar a la izquierda en crisis.
Rivera apoya la cercanía creciente entre PP y Cs
Fracasada ya la operación de Inés Arrimadas de convencer a un Pedro Sánchez que ha demostrado que prefiere separatismo y comunismo a cualquier opción moderada, Albert Rivera, ahora presidente ejecutivo de Martínez-Echevarría & Rivera Abogados aunque exlíder de Ciudadanos, profetizó en el mismo acto un ciclo largo de gobierno de PP y Cs en Andalucía, que será "uno de los motores de España en los próximos años" y que tiene "un gobierno estable para rato".
Según Rivera, que hay ya un "verdadero interés de inversores extranjeros y nacionales mirando al sur", lo que ha considerado "una gran noticia para cuando salgamos de la covid" y ha destacado que el Gobierno actual de PP y Ciudadanos "genera confianza".
Concibiendo la estructura autonómica del Estado constitucional como "una competición a 17", celebrando la pelea andaluza por estar presente en España y elogiando el cambio político de 2018 que abrió "una etapa de esperanza, estabilidad, seguridad jurídica y de que se respetan las normas, se ayuda a quien invierte, y si tienes un problema la Administración está a tu lado y no enfrente".
Rivera diagnosticó la situación: "Económicamente (Andalucía) va mejor y vaticino que algunos pasarán más tiempo en la oposición de lo que les gustaría y otros tendrán la responsabilidad de llevar a Andalucía a no ser el vagón de cola en el paro o educación sino a ser uno de los motores de España en los próximos años".
En definitiva, Rivera bendijo este miércoles la continuidad del gobierno común de PP y Cs en Andalucía, lo que exige que a nivel nacional se consolide un acercamiento con el PP de Pablo Casado.