El lunes eran 35 los focos donde el repunte del coronavirus había anidado, pero es que ayer martes, eran ya 38 con 88 nuevos casos. Sin embargo, las cifras no son tan preocupantes como cabría deducir porque en términos de casos de infección por covid por 100.000 habitantes, Andalucía es de las comunidades con menos incidencia de España. De hecho, está por debajo de la media nacional y entre 5 y 7 veces menos contagios que La Rioja, Madrid, Navarra y Cataluña.
Lo que ocurre es que cuando se repara en lo que llamamos los "rebrotes", España es el tercer país de la Unión Europea con un mayor número de contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, sólo por detrás de Rumanía y Luxemburgo, llevándose 47,05 contabilizados. Pero ni aún así Andalucía está entre las primeras de las comunidades afectadas que son Aragón, Navarra y Cataluña.
Al día de ayer, según la Consejería de Salud y Familia de la Junta de Andalucía, hay 38 brotes activos en Andalucía, tras registrarse 6 brotes nuevos y superarse 3 más en las últimas horas. En total, en la Comunidad Autónoma hay 26 brotes que ya no están activos, lo que indica que los rebrotes no tienen el mismo peligro que tuvieron los contagios en la fase aguda de la pandemia.
Para prevenir más rebrotes, la Junta de Andalucía se ha decidido por cortar por lo sano en el ocio nocturno. Además de la prohibición de los botellones, esta vez con la promesa de ayuda de los Ayuntamientos que luego ceden a las presiones juveniles, se obliga a las discotecas a llevar un registro de clientes, identidad y datos de contacto por si surgiera un rebrote.
Además, no se podrá vender alcohol en las barras y no podrá haber mesas de más de 12 personas, no las 25 que podían hacerlo hasta ahora. Se mantiene la prohibición del baile y el aforo del 40 por ciento, permitiéndose hasta el 75 en terraza. En los pubs, el aforo se reduce del 75 al 60 por ciento.
Los cierres de las discotecas se adelantan a las cinco de la mañana, no a las siete como hasta ahora y los conciertos mantienen sus máximos: 65% del aforo, 800 asistentes como máximo en butacas y 1.500 en el exterior.
Lo que sí ha rebrotado, y de qué modo, ha sido el paro en Andalucía. No es que no se esperara porque las profecías dictan ya un horizonte del 30 por ciento de desempleo y una caída del PIB en torno al 15 por ciento en los próximos meses. Pero otra cosa es verlo de manera certificada en la EPA del segundo trimestre de 2020, a pesar de las distorsiones en el juicio que produce la presentación de los datos.
Si se atiende al número de parados, Andalucía aparece como una Comunidad en la que ha bajado el número de desempleados, alrededor de 48.200 menos. Pero si se atiende al número de ocupados, Andalucía ha perdido en un trimestre casi 200.000 empleos, el número de parados está en 788.500 personas y la tasa de paro EPA es ya de un 21,32%, creciendo once décimas respecto al primer trimestre.
Y lo mismo que siempre, el diferencial con la tasa de paro de España (15,33%) es de seis puntos (5,99%). De este modo, Andalucía se mantiene en el furgón de cola del empleo español sufriendo la cuarta tasa de paro en España tras Melilla (23,37%), Canarias (21,55%) y Extremadura (21,39%).
En medio de estas desgracias, repunta el tono elevado de la bronca política. El PP andaluz ha enseñado los dientes a Susana Díaz tras sus críticas a las medidas adoptadas sobre el ocio nocturno y su defensa del comportamiento del gobierno sobre Gibraltar. Susana Díaz es "desleal" según el PP y está "cada día más desubicada" como el PSOE-A, que está "cada día más aislado de Andalucía y los andaluces".
El PP ha subrayado que Susana Díaz "ha rechazado el ofrecimiento del presidente del Gobierno andaluz para reunirse semanalmente con los consejeros de Salud y de Educación; se ha levantado del grupo de trabajo del Pacto Educativo y ha dado la espantada de la Comisión de Recuperación, amordazando a los alcaldes y presidentes de Diputación del PSOE, faltando al respeto a los más de un centenar de comparecientes de esta comisión y a los andaluces".
Y luego nos queda el caso José Torres, exalcalde de Granada y ex delegado del gobierno del PP en Andalucía, quien, tras haber sido escandalosamente tratado por la Policía Nacional en los supuestos casos de corrupción en los que se vio implicado, ya ha sido absuelto en uno de los importantes y sigue saliendo indemne de otros.
Ayer, la Fiscalía ha solicitado el archivo de las dos piezas del caso Nazarí en el que resultó procesado porque no hay datos suficientes que justifiquen los delitos que se le atribuían: Prevaricación, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos y contra la ordenación del territorio.
Pero recordemos que Torres fue absuelto hace unos días en el llamado caso Serrallo, que sentó en el banquillo a 17 personas por irregularidades urbanísticas. Eso sí, su carrera política fue arruinada, tuvo que dejar la alcaldía y su partido de toda la vida, el PP de Granada y sufrió un trato vejatorio por parte de la Policía que hasta la Fiscalía General del Estado puso de manifiesto. Y ahora, ¿qué pasa la vida de todos los que fueron imputados, juzgados y resultaron inocentes?